Y ahora toca un foro

Pero el actual Gobierno autonómico de Coalición Canaria y del PSOE va por el mismo camino. Con crisis o sin crisis las matemáticas no engañan. Poco o nada parece que nos podrá decir. En julio de 2011, el paro registrado en las islas una vez tomada posesión el nuevo Gobierno, el Gobierno del nuevo tiempo aliado con el viejo tiempo, fue de 251.963 desempleados. En septiembre de 2011, dos meses después, el paro registrado en las islas fue de 252.478, manteniendo una tasa de paro registrado del 29,76% de la población activa, tasa que cuesta hasta escribirla.

Es decir, seguimos en el fondo de esta crisis que ya nos parece una eterna forma de L, L que no nos deja ver la S de su salida, aunque fuese ésta renqueante. Y eso que el empleo era, es aún uno de los escasos objetivos cuantificados firmados por Rivero y Pérez y reconocible entre las tantas páginas del acuerdo suscrito? Un pacto que, como preveíamos, empieza ya a presentar grietas, incluso antes de lo previsto, incluso antes del resultado del inminente 20N, ya que ha llegado con la moción de censura PP-PSOE en El Hierro, moción de censura que nadie parece querer evitar en el PSOE, ni siquiera aplicando un controvertido nuevo artículo 197 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, recientemente reformada. Un PSOE canario interna y políticamente tocado por sus últimos resultados electorales autonómicos, por no asumir responsabilidades políticas de ellos, y por las desobediencias orgánicas internas de este verano en Tenerife, La Palma, y ahora, en El Hierro, y en quizás de nuevo La Palma y Tenerife. Un artículo 197 que plantea dudas incluso sobre su interpretación. No así el artículo de las vallas electorales, que se quitan porque no se pueden ya poner. ¿Dudas por qué? ¿Es que la voluntad política para acabar con el transfuguismo político es inexistente en el establishment dominante? ¿A todos les interesa? ¿Todos se aprovechan de él?

Mientras los partidos alternativos al margen del priismo tripartito imperante en las islas desde 1987 no generen propuestas concretas y creíbles, más de lo mismo. Y posibilidades las hay, tanto en la izquierda, como en el nacionalismo o en el centrismo liberal.

La plaza, el foro, ese lugar de encuentro, de democracia, de debate, nacida desde la Grecia clásica, ya no es, pues, lo que era. Pervertida la cercenada democracia de la llamada primavera árabe por las clases oligarcas y el islamismo radical, desde el recuerdo de la China teñida de rojo en Tianamén, los ejemplos recientes en Grecia, Israel o nuestros mismos indignados, pecan de inconcreción, de utopía, de no materializar en alternativas políticas formales, pecan de oscuros subterfugios y de grises, y lo hacen quizás porque saben que el poder, de llegar a él, les llevaría a los mismos vicios ya existentes, irrealizando las utopías que predican. Y así nos va. Éste es el quid de estar en una época de cambio paradigmático.

Ahora, para más Inri, Coalición Canaria y Nueva Canarias acuerdan pactar las listas electorales del 20N para tocar poder en Madrid. ¿Tocar poder con dos o tres diputados como máximo, y con previsibles mayorías absolutas de por medio? ¿De qué poder se habla? Es decir, el “nacionalismo mercantilista” de Manuel Hermoso pacta con su antítesis (¿recordamos la campaña electoral y lo que Román decía de Paulino?), acordando lo imposible. Mientras, Ignacio y su CCN se vuelcan al independentismo político pero piden pactar con el Partido Popular, quizás pensando en la hipótesis UPN, en la hipótesis Navarra para el nacionalismo canario, que alguna vez nos concretará en verdad si es o no es independentista, lo que quiera que sea. Perdido su insularismo en medio de las aguas atlánticas, después de él, la inconcreción y el contrasentido ideológico. Y así pasan en su seno las crisis y los reencuentros forzados que pasan. Defenestremos al PIL de Dimas. Pactemos ahora también con el PIL. ¿Hace falta algún ejemplo más??

Hablábamos antes de las alternativas necesarias en todas las ideologías al priismo tripartita archipelágico. Pero También es necesario que hablemos de la abstención. Porque si no la hubiese, pensemos en La Laguna o en Santa Cruz de Tenerife, en donde subió ligeramente la participación electoral en 2010, mínimamente, pero subió el porcentaje de participación en las pasadas elecciones locales, las alternativas entran en las instituciones. Que es lo que se precisa. La abstención nos limita y nos entropiza. En las pasadas elecciones autonómicas de 2011, el voto blanco, el voto nulo, el voto que no pasó las barreras electorales de atribución de escaños, y las abstención, alcanzaron el conjunto más del 50% del colegio electoral. ¿Es, ergo, el Parlamento elegido un Parlamento realmente democrático desde el actual sistema electoral autonómico aún sin reformar? Formalmente lo es. ¿Pero lo es realmente? Ya lo decíamos antes: el tiempo político archipelágico parece haber cambiado, pero no ha cambiado. La entrevista de ayer del Presidente canario en la autonómica no nos dijo nada nuevo. Todo sigue siendo viejo. Viejos tiempos en los mismos odres retocados.

José Carlos Gil Marín