La ausencia del Quijote

Posiblemente sean los sistemas gubernamentales actuales los que hayan producido tales consecuencias, pero lo cierto es que en la actualidad muchos jóvenes a penas cogen un libro para leer en sus ratos libres. Digo esto, porque este verano, aprovechando mis vacaciones, he podido saborear, disfrutar y vivir unos días mágicos con una novela universal que ya había leído hace muchos años titulada: Don Quijote de la Mancha, novela escrita por el español Miguel de Cervantes Saavedra, publicada en su primera parte con el título de El ingenioso hidalgo don Quixote de la Mancha a comienzo de 1606. En 1615 aparecería la segunda parte del Quijote de Cervantes con el título de El ingenioso caballero don Quixote de la Mancha.

En el transcurso de mis vacaciones, en Bajamar, parte de ellas, pude observar que en raras ocasiones pude ver a jóvenes de ambos sexos, con un libro en las manos, pero sí bolsas de bocadillos, botellas de cervezas y porros que ellos mismo/as elaboraban sin preocuparles para nada mi presencia. Del mismo modo, y por pura curiosidad, pero no exenta de una cierta preocupación, hice una pequeña encuesta con respecto a la lectura o para ser más exacto: para saber ¿cuántos jóvenes habían leído a Don Quijote de la Mancha. De 46 personas, solamente uno y no llegó a leerlo todo.

Una encuesta entre edades comprendidas de los 14 a los 19 años. La mayoría me decían que si eso era algo para comer o fumar. Y no es que uno leyendo al Caballero de la Triste Figura sea un “abuelote”. Todo lo contrario, pena me da que una gran parte de la nueva generación no tenga una referencia cultural de una novela tan universal como la ya citada anteriormente.

Rafael Lutzardo