De Balmis a Mali: gracias, Ejército de Tierra
Este domingo 14 de marzo, celebramos un aniversario amargo: se cumple un año de la declaración del Estado de Alarma en nuestro país, una decisión sin precedentes que, sin duda, nos situó a todos ante un terreno que jamás habíamos pisado.
A partir del 14 de marzo del año pasado, muchos de nosotros nos quedamos en casa, teletrabajamos y nos encomendamos a todos aquellos y aquellas que ejercían servicios esenciales para avanzar en nuestro día a día. Pasado un año, recordamos las tardes en que salíamos a aplaudir a los sanitarios, a médicos y enfermeros, a los celadores, a los conductores de ambulancia, a los farmacéuticos... Les dábamos las gracias por estar ahí, al pie del cañón, a los hombres y mujeres que nos atendían en el supermercado, a los proveedores y transportistas, a los responsables de las tareas de limpieza, a los agricultores y ganaderos e industriales que siguieron trabajando con todas las prevenciones posibles pero con los que contábamos en momentos tan complicados.
En aquellos días agradecimos su constante presencia en las calles vacías a los hombres y mujeres de la Policía Nacional, de la Guardia Civil, de la Policía Local, de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Y, obviamente, a los militares: los hombres y mujeres del Ejército se movilizaron en una operación sin parangón, como nunca antes lo habían hecho en territorio nacional, para arrimar solidariamente el hombro ante una emergencia.
Este pasado viernes, 12 de marzo, quisimos recordar tal esfuerzo en Casa África, agradecerlo de nuevo y honrarlo como se merece, invitando a un webinar muy especial a la persona que dirigió la operación por la que el Ejército de Tierra movilizó en toda España a cerca de 115.000 efectivos para dar apoyo a las muy variadas tareas que implicaron los primeros pasos de la emergencia para combatir la COVID-19.
Fue la llamada Operación Balmis, bautizada así por como homenaje histórico al doctor que lideró el que es, probablemente, el mayor hito histórico de la medicina española: un viaje entre 1803 y 1806, que transportó a niños inoculados con el virus de la rubeola por medio mundo con el fin de realizar la mayor campaña de vacunación planetaria. El responsable de esta Operación Balmis, 218 años después, fue el Teniente General Carlos Palacios Zaforteza, que además es Jefe del Mando de Canarias.
El Teniente General Palacios se centró especialmente en contarnos cómo fue esa Operación Balmis, que personalmente diseñó y dirigió primero desde Madrid y después desde el Archipiélago para toda España.
De la intervención de Palacios me quedo con el hecho de que un hombre de su experiencia en misiones militares internacionales y de tanta carrera al servicio de los demás dijera que, sin duda, Balmis ha sido la misión más importante y gratificante de su vida. De cómo los militares vivieron con emoción el hecho de sentirse tan útiles sirviendo al prójimo en sus propias ciudades, ayudando a los que en su vida diaria son sus familiares, sus vecinos, sus amigos, sus conciudadanos...
Palacios nos contó el increíble trabajo que los militares realizaron en esos días: 2.575 instalaciones desinfectadas y descontaminadas (muchas de ellas residencias de ancianos), que los soldados patrullaron por 2.489 municipios de todo el Estado español (incluyendo todos y cada uno de los municipios canarios, a excepción de La Graciosa, a donde decidieron no ir porque al no haber un solo caso en la primera oleada hubiese sido hasta peligroso), el apoyo logístico prestado en 24 hospitales (desde el apoyo al personal de lavandería hasta al refuerzo en las cocinas), cómo algunas carpas e instalaciones montadas por el Ejército dieron cobijo y seguridad a las personas sin techo o el increíble dato de que en los cerca de cuatro meses que duró Balmis, la Brigada Canarias hizo solo en el Archipiélago 68.000 kilómetros, lo que equivale a dar una vuelta y media a la Tierra por el Ecuador.
Pero el Teniente General fue más allá, y en su charla también nos explicó, junto a otros dos mandos del Ejército de Tierra en Canarias, cómo se está estructurando la aportación desde el Mando de Canarias a la misión internacional EUTM, en Mali, que ha seguido adelante pese a la pandemia.
Hemos hablado ya en varias ocasiones en Casa África de la presencia española en esta iniciativa, la más numerosa en el conjunto de esta misión europea, para dar estabilidad y seguridad a la complicada región del Sahel.
En ese contexto y desde hace varios años, la Brigada Canarias XVI ha participado con sus unidades en la rotación de efectivos desplegados en Mali desde el inicio de la Misión EUTM (European Training Mission Mali).
Resumiendo la situación sobre el terreno, los regimientos de Infantería Tenerife 49 (Tenerife), Canarias 50 (Gran Canaria) y Soria 9 (Fuerteventura), han desplegado Unidades de Protección (unos 100 militares por salida) con misión de dar seguridad a los equipos de adiestradores. El Regimiento de Artillería 93 (Los Rodeos) y el Batallón de Zapadores, así como el Regimiento Tenerife 49, también han desplegado equipos de adiestradores (entre 15 y 25 militares). Cuando a finales del 2014 España asumió por primera vez el Mando de la Misión (con el General Alfonso García Vaquero, Jefe de la Brigada Canarias XVI, al frente), se cubrieron una serie de puestos clave, tanto en Bamako como en Kulikoro, con personal del Cuartel General del Mando de Canarias, el Regimiento de Artillería Antiaérea (Las Palmas) y el Batallón de Helicópteros de Maniobra VI del Mando de Canarias (Los Rodeos). Además, con carácter individual, Oficiales y Suboficiales de todas las Unidades del Mando de Canarias han participado ocupando puestos en el Cuartel General de la EUTM en Bamako y en el de la Fuerza Multinacional de Adiestramiento en Kulikoro.
Insisto, España es el país que aporta más personal a la misión EUTM. Creo que esto también es motivo de gran orgullo para todos nosotros, el servicio que nuestro país le está prestando a la que sin duda es nuestra frontera avanzada, o como dicen algunos expertos, nuestro flanco sur. En la charla pudimos escuchar al Coronel Juan Sevilla, que fue el primer comandante español de la unidad de adiestradores en la base de Kulikoro, y al teniente coronel Alberto Cherino, recién llegado de Mali hace pocas semanas. Nos contaron cómo ha sido su experiencia en Mali y los retos que enfrenta una región cada vez más complicada. España, nos explicaron, aumentará sus efectivos en los próximos meses en Mali, dando un claro mensaje a la comunidad internacional de la importancia de arrimar el hombro y fortalecer las capacidades del Ejército maliense para luchar contra la lacra del yihadismo.
De Balmis a Mali, pues, aprendimos el increíble esfuerzo que ha hecho el Ejército de Tierra, especialmente en este último año. Qué importante es que, desde todos los sectores de la sociedad civil, desde todas las instituciones, incluso a nivel particular, reconozcamos estos días la labor no solo del Ejército, sino de todos los hombres y mujeres que hace un año, con el Estado de Alarma, se expusieron y arriesgaron para cuidarnos, para que no saliéramos de casa. A todos y todas, gracias.
José Segura Clavell
Director general de Casa África
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