Espacio de opinión de Canarias Ahora
Comprensión lectora
Una vez más, los responsables de educación del mundo mundial han sacado a pasear el tan cacareado informe PISA, un legajo que vuelve a situar a nuestro país en el lugar que se merece, educacionalmente hablando.
No obstante, los resultados aportados por dicho informe, demuestran que todo es relativo y que, por mucho que el informe PISA nos coloque a la COLA en cuanto a compresión matemática, compresión científica y compresión lectora ?además de hacer hincapié en un estancamiento que dura ya más de una década- la realidad es bien distinta.
Basta con mirar el presente actual de nuestro país para darse cuenta de que sí hay una parte importante de la sociedad española que no ha perdido la capacidad de escribir y luego entender lo que escribe. Piensen, si no, en las legiones de entidades bancarias que escribieron cláusulas lesivas para los intereses de los consumidores en sus contratos, amén de promover ?y sellar- tasaciones abusivas para las viviendas que unos atribulados compradores aceptaron.
Es cierto que todos aquellos que entraron a un banco pensando en solicitar un préstamo o una hipoteca por un valor X y salieron con una cantidad un 40% superior a la que originalmente tenían en mente (la mencionada X) ni siquiera se leyeron el primer párrafo del contrato que firmaron.
Sin embargo, no es menos cierto, que muchas entidades bancarias se aprovecharon de la coyuntura socioeconómica para vulnerar derechos fundamentales y para engañar, en activa, pasiva y pasiva refleja a los consumidores.
Queda claro que quienes redactaron dichos contratos, salpicados de cláusulas “trampa” como si de un campo de minas se tratara, sabían muy bien lo que hacían y, si pudieran, volverían a hacerlo.
¿Y qué decir de los panfletos electorales? ¿Aquellos cuya tinta se trasmuta en un camaleón pictográfico que cambia según sople el viento de la conveniencia? Pues que quienes lo redactan saben que están llenos de MENTIRAS, las cuales terminarán por salir a flote, pero una vez que el tiempo electoral haya pasado. Después, con tirar de la mala coyuntura macro económica, una lectura cardinal y no ordinal, o apelar al espíritu patrio- eso que nos diferencia del resto de los países y nos hace únicos, inigualables y, por fortuna para el resto, inimitables- todos tan contentos.
Encima, dichos escribientes, aquellos que rellenan los mentados panfletos, saben que la compresión lectora del votante medio da para leer los titulares de los periódicos deportivos y, si me apuran, alguna columna interior- sobre todo si se trata de una lesión grave del astro futbolero de turno- y poco más, razón por la que tampoco se estrujan mucho la sesera que digamos.
Con pergeñar un par de eslóganes sonoros y empapelar las ciudades con esos carteles en los que aparecen los rostros de los líderes, convenientemente retocados por la magia del Photoshop, ¡a vivir que son tres días!
Meses después llegarán las lamentaciones al leer, porque no queda otro remedio, el sin fin de recortes, abusos, discriminaciones y desmanes de quienes organizan la sociedad pensando solamente en un selecto y adinerado grupo de votantes, los cuales no están dispuestos a mezclarse con quienes consideran que no son de su clase.
Llegado ese momento, la sociedad española suele recuperar la compresión lectora cuyo desarrollo lleva décadas estanco por la falta de compromiso de padres, educadores, entidades y mandatarios, más preocupados en banalidades y sinsentidos que en darle a las nuevas generaciones un futuro mejor.
Si para arreglar una biblioteca pública de una ciudad como Las Palmas de Gran Canaria deben transcurrir 20 años, nuestra sociedad necesita un lavado con jabón lagarto, a ver si recupera el lustre. Claro que es más fácil no hacer caso a quienes debían esperar en las escaleras de dicho recinto hasta que un puesto quedara vacante ?ya se sabe que los estudiantes se quejan porque sí- mientras la ciudanía se emborrachaba frente a dicha dependencia, rememorando cuando ellos eran estudiantes.
Ni los responsables políticos, ni los padres supieron cómo solucionar el problema de hacinamiento de dicha biblioteca, aunque, tiempo atrás, sí que se les ocurrió montar parte de una exposición pictórica dentro de las salas de estudio. Ya se sabe que a los mandarines hay que limpiarles las babas y los favores políticos se pagan, cueste lo que cueste.
El caso es que SÍ que hay una parte de la sociedad española que sabe leer y escribir, PERFECTAMENTE y sin falta de ortografías ?y bien que se empeña en demostrarlo, día tras día. Otras cosa es que el común de los mortales tenga el seso absorbido por otros “problemas” más importantes, los cuales les impiden darse cuenta de en manos de quién estamos.
Una última cosa. El informa Pisa dice que Finlandia YA NO ES el paradigma educacional en el que se miran el resto de los países. En realidad no he oído nunca a un finlandés decir, en todos los años que llevo viviendo aquí, que su sistema de educación es el mejor del mundo, en todo caso dicen que hay muchas cosas que mejorar.
Sin embargo, la publicación del informe hará que los responsables del ministerio de educación, y la misma sociedad, se pongan manos a la obra y traten de mejorar, algo que, con toda seguridad, no ocurrirá en nuestras fronteras, visto el hecho y comprobado el caso.
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