¡Qué coñazo…Rajoy!

Claro que no es de desdeñar lo patrios que nos han salido algunas socialistas como la donostiarra de nacimiento y alicantina de adopción Leire Pajín, afirmando que a Rajoy le parecían un coñazo muchas otras cosas importantes de España. No se a ustedes, pero escuchando a Leire me recordó a esas niñas pijas criadas en el opus ensalzando a las Fuerzas Armadas y el valor estético y edificante del desfile de hombres y mujeres dispuestos a morir en combate por la Patria. Vamos, no daba crédito a lo que escuchaba. Deben ser las instrucciones que le está dando su buena amiga y compañera de partido, la Ministra de Defensa Carme Chacón. Una donostiarra y una catalana, ambas socialistas y federalistas republicanas de pro, ensalzando el desfile de las tropas monárquicas de la Patria. Por cierto, nuestra Carme Chacón fue la que apoyó a Rubiales cuando dijo en la tele catalana aquello de “puta españa”, ¿no? No entiendo nada.

Para una vez que un supuesto candidato a presidir el gobierno del estado español político “dice” algo sensato van y le acribillan por todos lados. Los patriotas de la derecha que pululan por este país añorando banderas con pollo le acusan de patriota de hojalata y la supuesta, única y verdadera “izquierda” Y yo le decía a mis alumnos hoy, ¿qué tienen que ver las cuestiones de estado y los problemas serios de este país en esto? Yo alucino como los políticos se dedican a despellejarse unos a otros, fingiendo que les preocupa algo el país que gobiernan (PSOE) o pretenden gobernar (PP) cuando la realidad es que sólo les importa obtener votos a cualquier precio.

Ahora bien...no seamos hipócritas. ¿Pero hay alguien que no piense que el desfile patriótico del 12 de octubre es un coñazo? Bueno, y no sólo coñazo, además es inútil, anacrónico, caro, y absolutamente innecesario. Supongo que si, pero me alegra pensar que cada vez son menos.

* Antonio Hernández Lobo es Profesor de Enseñanza Secundaria, Presidente de la Asociación Plan Estratégico Ciudad de Telde y Vicepresidente del Consejo Escolar Municipal de Telde.

Antonio Hernández Lobo*