Francia: elección entre miedo, cólera, seguridad y división
Si vemos las reacciones mediales no se sabe si la reacción de alegría ante el resultado electoral francés es por la victoria de Macron o por la derrota de Marine Le Pen.
Este 24 de Abril, a las 21 horas de Paris el pronóstico daba 58,8% a Macron y el 42,1 a Le Pen. Tal resultado produjo una explosión de entusiasmo y ha sido un alivio para los que temían una victoria del Rassemblement national (RN), pese a ser el resultado esperado y lógico después de la masiva campaña contra la candidata nacionalista. El mismo Macron se concentró en atacar las propuestas de Marine Le Pen antes que en defender las propias. Macron ha sacó resultados ligeramente mejores que los vaticinados por los sondeos, pero perdió más de siete puntos respecto al 2017.
Antes de conocerse el resultado había gran inquietud pues las encuestas daban casi un empate técnico y se temía no lograr la holgada victoria de Macron del 2017. Eso provocaba temblor en todas las cancillerías y sedes gubernativas europeas, ya que los partidarios lepenistas querían volver a las glorias perdidas después de De Gaulle y no aceptaban la OTAN. La victoria se decidió en las ciudades ya que en los campos los votos se inclinaban a la derecha por dificultades económicas agrícolas y por miedo a una supuesta islamización de Francia.
En días anteriores al día electoral, una encuesta preguntaba por cual sería el sentimiento si Macron volvía a ser reelegido, dando el siguiente resultado: Alivio 20.0%, Indiferencia 20,0%, Decepción 20,0%, Cólera 18,0%. Como se ve no había mucho entusiasmo por el macronismo y el 18% de cólera recordaba las multitudinarias manifestaciones de brazalete amarillo y también los movimientos de protesta sindical frente a las medidas de Macron.
Pese a todo Marine Le Pen no consiguió salir victoriosa en su tercer intento de sentarse en el sillón presidencial del Elíseo. La candidata de extrema derecha ha conseguido mejorar con creces el resultado obtenido hace cinco años, cuando obtuvo un 33,9% de los votos, su anterior récord. Superar el 40% no es tanto por sus propios méritos como por el malestar de la sociedad francesa. Nunca antes una proporción tan alta de votantes, más del 41%, había confiado en la extrema derecha en elecciones presidenciales.
Marine Le Pen no logró su revancha frente a Emmanuel Macron. La candidata del Rassemblement national (RN) ha fracasado este domingo 24 de abril, no ha abatido al presidente contrincante saliente y se tendrá que resignar a verle en el Elysée, que pasará los próximos cinco años. Pero no hay que olvidar que ahora vendrán las elecciones legislativas y su subida respecto al 2017 llegando al 41,45% de los sufragios. Eso anuncia un agitada legislatura.
“A pesar de dos semanas de métodos desleales, brutales y violentos, las ideas que representamos alcanzan nuevas cumbres, en la noche de la segunda vuelt de las elecciones presidenciales. Le résultat de ce soir représente en lui-même une éclatante victoire”, dijo justo unos 10 minutos después de conocerse los resultados. “No puedo evitar sentir una forma de esperanza. El pueblo francés ha mostrado un gran deseo de cambio y el deseo de un contrapoder fuerte ante Macron”.
Para Lepen, diputada de Pas-de-Calais, de 53 años, la decepción está a la altura de las expectativas que sus partidarios habían alimentado antes de la primera vuelta. Querían llegar al Elysée después del pasado 10 de Abril de la primera ronda, pero en estos quince días, la candidata vio cómo se evaporaban sus sueños elíseos, bajo el efecto combinado de varios factores. Uno de ellos, sin duda, el miedo del electorado a abandonar la Unión Europea y el recuerdo del Brexit británico.
Macron, por su lado, ha celebrado la victoria con sus seguidores congregados en el Campo de Marte, delante del férreo armazón de la Torre Eiffel. El hecho de celebrarlo delante del símbolo de París, la torre, no puede deshacer la ironía de que tal celebración se haga en estos tiempos belicosos precisamente en el Campo de Marte, dios griego de la Guerra.
En su discurso a los pies de la torre Eiffel, el renovado presidente agradeció el apoyo recibido, reiterando sus gracias a aquellos que no eran partidarios suyos pero que le votaron para frenar a la extrema derecha de Le Pen. “Sé que muchos de nuestros compatriotas me han votado hoy, no para apoyar mis ideas, sino para bloquear a la extrema derecha. Y quiero decirles aquí que soy consciente de que tal voto me supone una obligación en los próximos años. Soy el guardián de su sentido del deber, de su apego a la República y del respeto a las diferencias que se han expresado en las últimas semanas”.
El candidato de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, que se quedó a poca distancia de ser segundo en la segunda vuelta, se ha apresurado a comentar los resultados, anticipando una batalla con Le Pen para erigirse en líder de la oposición. “La señora Le Pen y el señor Macron representan alrededor de un tercio de los votantes registrados. Las urnas han hablado. La señora Le Pen ha sido derrotada y el señor Macron es el presidente peor elegido de la Quinta República”, ha dicho Mélenchon. “En las legislativas de junio, otro mundo es posible: podéis demostrarlo eligiendo una mayoría de diputados insumisos y eligiéndome a mí como primer ministro”.
Mélenchon, de 65 años, con su izquierdista Francia Insumisa fue hace mucho, en su juventud, un ministro socialista y acabó cuarto en la carrera para las elecciones presidenciales de 2012. Es el representante intrépido y sin pelos en la lengua de la Francia Insumisa: quiere una Sexta República, justicia tributaria, terminar con la austeridad y lograr un nuevo orden ecológico, incluso sacando a Francia de la energía nuclear. Todo eso lo intentará plasmar a partir de las elecciones legislativas y a mayor distancia temporal en las presidenciales dentro de los próximos 5 años.
Preocupante resultan las cifras finales de participación relativamente bajas. Las estimaciones demoscópicas hablan de que la abstención final se situará en torno al 28%, siendo la negativa a participar más alta en una segunda vuelta desde 1969 que llegó al 31%.
Los líderes europeos felicitan a Macron como nuevo presidente galo por su reelección. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha escrito que en “estos tiempos difíciles” se necesita una Francia “plenamente comprometida” para una UE “fuerte” y “más soberana y estratégica”.
La presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, también dio la enhorabuena a Macron en un tuit. “Espero que continúe nuestra excelente cooperación. Juntos haremos avanzar a Francia y Europa”. Cómo se avanzará en tiempos de “guerra total” a nivel económico y político con la Federación Rusa es cosa difícil si se continúa por el camino de la confrontación.
En el éxito de Macron es evidente que, entre otros factores, han influido el miedo, la cólera, la necesidad de seguridad y la evidente división política y social francesa.
Miedo a lo desconocido en tiempos peligrosos por una pandemia que no acaba, miedo por una guerra ucraniana que se prolonga a base de dineros y armamentos abandonando las negociaciones de paz; cólera ante los problemas sociales y económicos que han impulsado grandísimas manifestaciones, incluso frente a las prohibiciones por la pandemia; búsqueda de seguridad exterior e interna y división de la sociedad en que unos gozan de lujos y otros, en mayor cantidad, viven en la precariedad.
Anne Hidalgo, alcaldesa de Paris, que como candidata del Partido Socialista, eliminada en la primera vuelta del 10 de Abril por haber obtenido sólo 1,75%, el peor resultado socialista a unas presidenciales, llamó entonces a votar por Macron y ahora, dirigiendo sus “felicitaciones republicanas a Emmanuel Macron” recordó que nunca se vio la extrema derecha tan cerca del poder y que “nuestro país está fracturado y no podrá reunificarse sino por medio de la justicia social”,
Por su parte, Macron ha declarado al Paris Match que él ya no es el candidato de una fracción sino que es “el presidente de todos y todas.” Si se tiene en cuenta que más de la mitad de los que han votado por él, lo han hecho por frenar a la extrema derecha y que él mismo lo ha recordado en su discurso, habrá que ir más allá de su propio programa y tratar de reagrupar voluntades dentro de medidas más justas.
En este contexto, la victoria parece deberse claramente a este hombre que sale de los 44 y, según el politólogo Jérôme Jaffré, “es un logro político bastante personal de Emmanuel Macron”, “un resultado muy claro que nos da juego político para las próximas semanas, siempre que el presidente sepa aprender todas las lecciones de una votación así”.
Esperemos que así sea para que Francia avance y Europa pueda avanzar por nuevas sendas de Paz pese a las dificultades actuales y a las que se avecinan.
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