Sobre este blog

Espacio de opinión de Canarias Ahora

Haití: menores convertidos en mercancías de venta

Rafael Lutzardo / Rafael Lutzardo

0

Haití es uno de los países más pobre, más subdesarrollado de América Latina y las principales actividades se basan en la agricultura y se concentran en las industrias y manufacturas azucareras, textiles y destilerías. Se obtiene también productos para la alimentación del país, en especial maíz, mijo, mandioca, batata, cacao, café y banana. Del mismo modo, Haití proclamó su independencia en 1804, pero se sucedieron con gobiernos sin firmezas; siendo intervenido por Estados Unidos y más tarde por un gobierno dictatorial al mando de Francoise Duvalier, que continuó luego su hijo, y sumió al pueblo con un alto índice de analfabetismo y un elevado nivel de miserias.

La reciente catástrofe y maldición acaecida en el luctuoso país de las Antillas, situado en la parte occidental de las isla La Española y que limita al norte con el océano Atlántico, al sur y oeste con el Mar Caribe, y al este con la República dominicana, motiva, entre tantas desgracias y necesidades de servicios personales, que las mafias están aprovechándose del caos y de la inestabilidad social generado por el seísmo para llevarse a menores indefensos y huérfanos de familias fuera del país, por aire o a través de la frontera terrestre con República Dominicana.

Por todo ello, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF); Cruz Roja Internacional; países europeos, americanos y restos del mundo, unidos a las ONGES, deben comprometerse y velar por la seguridad y nuevo futuro familiar de todos esos miles de menores que han quedado desnudos ante la vida, motivado por la agresividad, ferocidad y fuerza del violento terremoto ejecutado por la Ley de la Naturaleza o fuerza del equilibrio terrestre. Ante tanto desastre, nada es de extrañar la venta y rapto de menores.

Es por ello, que la ONU, junto con el apoyo de todos los países del mundo, vigilen y controlen las citadas mafias, tanto dentro como fuera del país haitiano. Sin duda, todos esos miles de niños huérfanos son objetivos prioritarios para su comercialización por parte de las señaladas mafias e incluso de algunas ONGS que intentan o han conseguido, según sospecha el Ejecutivo de Puerto Príncipe, sacar del país a menores para llevarlos con familias de adopción. Actualmente, Haití es un país en desorden, deambula de un lado para otro; no tiene techo y se siente totalmente indefenso y víctima de la Ley de la naturaleza y del hombre. El futuro de esos miles de niños desamparados es incierto y desolador. ¿Existe Dios?

Rafael Lutzardo

Sobre este blog

Espacio de opinión de Canarias Ahora

Etiquetas
stats