Espacio de opinión de Canarias Ahora
Insisten en gasearnos
Así, el pasado jueves día 3 del presente mes, el Gobierno canario lanza el mensaje de que el ejecutivo demanda a la UE que retenga el dinero del gas dado que Canarias podría perder 50 millones si se siguen retrasando las plantas de Tenerife y Gran Canaria, y se trae al comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs -coincidiendo por otra parte con un proceso de venta de Gascan que necesita la confirmación oficial de que los proyectos del gas continúan para poder hacer especulativamente mucho más rentable, muy rentable, la operación- para que se preste al juego de vendernos las excelencias de este combustible fósil, altamente contaminante, escaso y en manos de un peligroso cártel internacional, conformado fundamentalmente por Rusia y Argelia, que siembra cada día de inseguridad la garantía de suministro de este combustible.
El comisario europeo, ex ministro letón de Educación, bien descansado, bien alojado y bien comido -los medios de comunicación dan cuenta de una opípara cena organizada por Unelco-Endesa en su honor el hotel Santa Catalina- no dudó en manifestar el respaldo a la entrada del gas en Canarias “a pesar de ecologistas y ayuntamientos” para los que, faltaría más, no tuvo siquiera un ratito para, no ya cenar, sino siquiera escuchar, aunque fuera de pié y en un pasillo, la versión de una de las partes.
Andris Piebalgs, que en múltiples foros ha insistido una y otra vez en hacer una llamada a la potenciación de las energías renovables para romper la dependencia energética europea, se prestó aquí en Canarias al juego de trasladar a la sociedad un mensaje absolutamente torticero.
Frente al reto europeo de alcanzar en 2020 un 40% de energías renovables y a los mandatos sucesivos de la Comisión y a lo recogido en la carta Europea de la Energía que insiste en garantizar los suministros energéticos de la UE y que, por cierto, no ha sido firmada por Rusia,; frente a lo recogido en el plan de Política Energética para Europa, un conjunto de acciones del Consejo de Europa para 2007-2009, que señala la necesidad de garantizar el funcionamiento adecuado del mercado interior de la energía, la seguridad del suministro estratégico y una reducción concreta de la emisión de gases de efecto invernadero; frente a lo señalado en el Libro Verde para el Desarrollo Sostenible, de 2006, que insiste en desarrollar una política energética en torno a la sostenibilidad, “fomentando las fuentes de energía renovables y la eficacia energética, la competitividad y la seguridad del abastecimiento”?
Frente al espíritu de la Cumbre de Paris de 1972 y el Primer Programa de Acción de 1973, al Acta Única Europea 1987, el TUE de 1992, el Tratado de Ámsterdam de 1997, a la Estrategia Europea de Desarrollo Sostenible de Gotemburgo que incluía “el cambio climático y las energía limpias”, dentro de seis grandes objetivos estratégicos, al Plan de Acción de la Comisión para la Eficiencia Energética de 2006, “o como hacer más con menos”, el señor Piebalgs -¿ó Piebalgas?- se pliega al juego del Gobierno canario, Gascan y Endesa para resaltar la necesidad del gas para Canarias, colaborando a que se diluya la política europea de sostenibilidad en el apoyo explícito a un combustible, insisto, escaso, frágil en la garantía de suministro y muy contaminante.
Sí, altamente contaminante, como señala, vuelvo a repetirlo, entre otros Lovelock, el padre de Gaia, que afirma tajantemente que el metano que producen los escapes de gas son veinticuatro veces más potentes como efecto invernadero que el dióxido de carbono, y que si las fugas de gas alcanzan un 4%, el efecto invernadero es más de tres veces superior al producido al quemar carbón, el más contaminante de los fósiles.
Realmente, las pérdidas de metano son muchos mayores. Según diversos estudios, inicialmente el gas intrínseco a los pozos petrolíferos era vertido directamente a la atmósfera o se quemaba. En estos momentos, la pérdida en el tratamiento inicial supera el 20%; en su uso como gas ciudad, las pérdidas oscilan entre un 10% y un 15%; durante los traslados a través de los grandes gasoductos se pueden alcanzar pérdidas, en algunos momentos y en algunas zonas, de hasta un 50%, y la pérdida en los depósitos de almacenamiento pueden suponer un 4%, lo que confirma que, sumado al metano que se produce de manera natural, la contaminación de este fósil es brutal, en contra de lo que, manifiestamente tergiversado, se nos quiere vender para mantener el sistema geo-económico-estratégico que padecemos en este planeta.
La comunidad científica más cualificada -Rifkin, Haneman, Lovelock, Derek Broker y tantos otros-, no dudan en señalarnos que el gas no puede ser una alternativa y que, desde luego, invertir en estos momentos en un combustible inseguro y contaminante es un auténtico despropósito, salvo para los tiburones internacionales que participan en el negocio.
Es más, según el Eurostac, la dependencia energética amenaza la sostenibilidad de Europa, alcanzando en estos momentos el 55%, mientras que en España llega a un 80%, el séptimo país de la UE con mayor dependencia energética. Para combatirlo, más allá de las renovables, por haberlas despreciado y no haber hecho la tarea, se ha impulsado el gasoducto Nabucco, previsto para 2014, que proyecta traer gas procedente del Mar Caspio, aunque desde la propia Comisión europea se empieza a cuestionar esta alternativa costosísima, que ya está ejecutándose, pues sólo cubriría entre el 5% y el 10% de la demanda europea y la extracción del mar profundo es aún más contaminante.
Para Fath Birol, el economista Jefe de la Agencia Internacional de Energía, el dominio en el mercado de la OPED del gas -el Foro de los Países Exportadores de Gas (FPEG)- condiciona la independencia energética de Europa: “cuanto mayor sea la demanda de petróleo y gas de estas regiones, mayor la probabilidad de que estas quieran aplicar precios más altos y mantenerlos altos, difiriendo la inversión y limitando la producción”.
Y llegados a este punto y como no pudimos estar presentes en las conversaciones del Gobierno, Gascan y Unelco-Endesa con Andris Piebalgs me hago algunos cuestionamientos que quiero compartir con ustedes. ¿Le habrá contado esta gente al comisario cómo se montó Gascan a dedo, sin información pública, para poner este negocio en manos de seis empresarios de Gran Canaria (los más gordos) y seis de Tenerife (los más gordos), los mismos que ahora negocian su venta, después de poner cuatro duros de entrada, a una importante gasista a cambio de unas plusvalías extraordinarias? ¿Le habrán contado que el mantenimiento y la eficiencia de la Endesa de Berlusconi es tan rigurosa con sus obligaciones en Canarias que apenas llega un fuerte viento tumba torretas y deja sin luz a miles de ciudadanos y que es esta misma empresa la que nos tiene que garantizar la seguridad de las plantas de gas? ¿Le contarían que la corrupción, la inacción y la incompetencia han hecho que en diez años no se haya instalado un nuevo aerogenerador en Canarias? ¿Le dijeron que estamos a la cola de la producción de renovables en España y que no hemos hecho absolutamente nada para investigar las posibilidades de implantar en este archipiélago atlántico la energía mareomotriz, la geotérmica, la hidráulica?? ¿Le habrán comentado que llevamos años librando el metano de los residuos a la atmósfera porque hemos sido incapaces de construir plantas de transformación que produzcan biogás? ¿Le dirían que la Unelco, ahora italiana, impide, en un intento de mantener y controlar su monopolio, que los empresarios canarios pueden conectar sus plantas fotovoltaicas a la red, ante la pasividad, cuando no complicidad del Gobierno canario?
Nos hubiese gustado haberle podido contar todo esto y que hubiésemos podido plantearle nuestro proyecto de desarrollo sostenible. Pero prefirió cenar con Unelco.
(*) Antonio Morales Méndez es alcalde de Agüimes
Antonio Morales*
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