Lealtad por Néstor Hernández

Es innegable que la crisis, en sus distintos componentes, está afectando de manera muy especial a la zona euro. Ante ello, la Unión Europea de manera coordinada, está tomando medidas correctoras que intentan paliar los efectos negativos de esta coyuntura en aras de garantizar el mantenimiento del estado del bienestar construido a partir de la Segunda Guerra Mundial.

En España el gobierno del Estado ha sido criticado por el Partido Popular aludiendo, entre otros falsos argumentos, a que Zapatero ha tenido una reacción tardía. Esta afirmación tendenciosa, ignora que ha sido nuestro país el primero que ha tomado estas medidas con un ajuste de 15.000 millones de euros. Detrás de nosotros ha venido Italia anunciando medidas similares por valor de 27.500, Francia con 47.500, Alemania con 80.000 en tres años, o el anticipado por Cameron para antes del verano y que podrá superar los 30.000 millones. Por tanto, estos ajustes son la certificación de varias verdades: que la crisis no es específica ni exclusivamente española, que la crisis afecta de manera especial a la zona euro y que ha sido el gobierno de Zapatero el primero en capacidad en reacción en Europa.

¿Y cuál es el papel del PP, principal partido de la oposición en España? Por un lado se oponen de manera permanente a las reformas estructurales que se presentan, pero son incapaces de mostrar una sola alternativa. Por otra, agitan a los especuladores internacionales, destacando en sobremanera la irresponsabilidad del expresidente Aznar que, pretendiendo descalificar a Zapatero, genera dudas y desprestigia en los foros internacionales a España y al conjunto de los españoles. Por el contrario, la oposición en Portugal, Italia, Reino Unido, Francia o Alemania, sea del signo político que sea, por responsabilidad política, apoya las medidas de ajuste propuesta por sus gobiernos.

En la memoria colectiva persisten crisis como la de los años 70 y la reacción responsable, seria y solidaria de los partidos que tuvo reflejo en los Pactos de la Moncloa. Eran tiempos de crisis económica, desempleo e inflación, pero también de altura de miras y responsabilidad política de gobierno y oposición. Pero sobre todo de lealtad, de lealtad con los españoles por encima de los credos políticos.

Néstor Hernández