Orígenes y legítimidad (?) de la Monarquía de Marruecos
Este mes de Junio ha habido en España manifestaciones en apoyo al pueblo saharahui. Se exigía el respeto al pueblo saharahui y a las resoluciones internacionales. Entre los manifestantes había dirigentes de UnidasPodemos lo que parece haber levantado ronchas en los vasallos marroquíes, especialmente irritados por la hospitalización en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali. Desde que el Washington de Trump reconociese la soberanía de Rabat sobre el territorio del Sahara occidental, los órganos gubernativos del reino alauita se han tornado especialmente agresivos.
El ministro marroquí de Exteriores, Naser Burita, ya había manifestado el 20 de mayo 2021 que la embajadora marroquí en España, Karima Benyaich, llamada a consultas a Rabat dos días antes, no regresaría a Madrid mientras el secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali, permaneciera en territorio español. Iniciando una campaña que parecía acordada con el Partido Popular de Casado en que se hacia hincapié contra UnidasPodemos. Casado no criticó el empuje marroquí a unos diez mil súbditos hacia Ceuta, sí criticó al gobierno español.
El Ministro del monarca absoluto dijo en entrevista con Radio Europa 1 que “Marruecos no es ni el Policía ni el portero de Europa” y que „no está obligado a otra cosa que a proteger sus propias fronteras“. Incluyendo así las fronteras del Sahara „español”. Al mismo tiempo, la población de Marruecos está muy afectada por crísis de la Pandemia y el estado marroquí tiene una balanza de pagos deficitaria que trata de equilibrar con las entradas del turismo, ahora frágiles por la pandemia, y con el dinero en divisas que mandan a sus familias los casi 2 millones y medio de marroquíes que trabajan en Europa y que aportan unos 5 mil millones de euros. Por eso el ministro acentúa que se trata de un conflicto bilateral, o sea, sólo con España y no con Europa, tratando así de meter una cuña entre el estado español y el resto de Europa. Y olvidando que excepto Trump y USA ni la ONU ni la Unión Africana reconocen la soberanía marroquí sobre tales territorios y exigen un referéndum para la autodeterminación saharaui.
El Ministro de Exteriores hablo ante la prensa el 20 de mayo pasado, indignado por la asistencia médica en territorio español de Brahin Ghali, pero no se expresó así hace unos años antes en noviembre del 2017 cuando su rey, Mohamed VI, asistió a la V Cumbre de la Unión Africana-Unión Europea en Abiyán (Costa de Marfil), en la que también estuvo el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Brahim Ghali, con quien compartió foto de jefes de Estado y de Gobiernos.
En noviembre de 2017 hacía diez meses que Marruecos había ingresado en la Unión Africana (UA), tras haberse ido en 1984 de la Organización para la Unidad Africana (OUA), predecesora de la UA, por la admisión de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), que figura como miembro fundador de la UA. La intención de Marruecos era forzar la suspensión o expulsión de la RASD de la UA, pero sus estatutos no prevén la expulsión de ningún miembro.
Los reyes de Marruecos han aumentado su personal y dinástica fortuna en todos su años de reinado absolutista, mientras la situación popular se ha ido agravando en ese mismo tiempo.
Asímismo el ministro acusó a España de “acciones imprudentes que le van a crear un dilema cuyo precio pagará el ciudadano español de a pie, como sucedió durante la crisis de Perejil (en 2002) (al parecer los políticos y periodistas adictos al absolutismo están preocupados por los ciudadanos españoles y no por la pobreza y desempleo de los amordazados ciudadanos, perdón, súbditos del reino de Marruecos).
Si el reino absolutista de Marruecos rompiese relaciones con Europa su perspectiva económica sería catastrófica. Por eso, su Ministro de Asuntos Exteriores tiene especial cuidado en sus venenosas palabras tratando de aislar a España del resto europeo cuando hace declaraciones ofensivas e insultantes tratando de justificar su régimen feudal absolutista. Habla Nasser Bourita haciendo responsable al Estado español del deterioro de las relaciones, cuando es bien conocido que se trataba de una maniobra el acusar de „terrorista“ al Presidente del Frente Polisario tratando de esconder las responsabilidades criminales de los órganos armados del rey de Marruecos.
La monarquía marroquí es una teocracia: esto quiere decir que el Rey es, al mismo tiempo, el Amir al-Mu’minin, el líder espiritual de su pueblo, su jefe religioso. Nadie le ha elegido y la „religiosidad“ la llevará en los genes ya que se dicen descendientes del Profeta.
Y no olvidemos que fue el Generalísimo Francisco Franco el que ayudó al establecimiento del régimen monárquico actual en Marruecos y no hubo mérito activo de los pretendidos descendientes de Mahoma.
La hiena, animal emblemático de Marruecos
Si alguien tiene intención de hacer turismo en Marruecos debe tener en cuenta dos cosas:
La primera: tener cuidado en las aglomeraciones de la cartera o monedero. Lo digo por experiencia personal, puesto que al subir a un autobús me robaron la cartera, perdiendo mi móvil y dinero. Afortunadamente había dejado en el hotel mi pasaporte y el resto, llevando en el paseo únicamente lo indispensable.
La segunda advertencia: si se va de excursión a pie por las montañas o zonas desérticas eviten el encuentro con las hienas.
La hiena rayada (hyaena hyaena) es uno de los animales emblemáticos de Marruecos. Es un animal, polígamo y, ante todo, astuto, y gracias a su astucia disputa al león el título de verdadero rey de la sabana. Aunque se parecen a los perros, en realidad están más relacionadas con los gatos. Esta bestia carnicera tiene una curiosa peculiaridad : su mal carácter y su belicosidad, que se manifiesta ya desde la infancia. Los cachorros de hiena nacen con un inusitado nivel de testosterona, lo que hace que se líen a mordiscos en el cubil hasta que uno de ellos acaba por imponerse. Esa testosterona también hace que a las pequeñas hienas se les presenten órganos sexuales de apariencia masculina ya sean machos o hembras; y, al tiempo, manifiestan un furor sexual muy temprano, lo cual da lugar a situaciones equívocas.
Las hienas son furiosamente territoriales, muy celosas de cuáles son sus dominios, y no suelen permitir que en ellos actúen otros. Actúan casi siempre en manada, comandada por uno de ellos (por lo general es una hembra) que tiene el poder absoluto en el grupo. Hace y deshace a su antojo, se aparea con quien quiere y organiza las expediciones de caza o, con más frecuencia, de rapiña. Aprovechan su número, que suele ser crecido, y no tardan en aparecer cuando otro depredador (leones, leopardos, guepardos, otras hienas) mata a una presa. Acaban llevándosela o echando a los propietarios, quieran o no. Así, cuando no cazan, su sustento está asegurado gracias a la carroña de lo que consiguen los demás.
Si una persona ve a una hiena y se alegra al creer que la bestia carroñera se está riendo, debe andar con prudencia porque puede que esté llamando a las demás para devorarlo. Nunca, nunca hay que fiarse de la risa de las hienas, y mucho menos cuando prometen cosas o llegan a acuerdos. Tiene fama las hienas de reirse mucho. Pero no es verdad. Las hienas no se ríen jamás. Lo parece, pero no es así. Esa supuesta risa no es otra cosa que la manera de comunicarse entre ellas y de organizar sus rapiñas.
Algo de historia neocolonial de Marruecos
Siendo la monarquía marroquí una teocracia montada sobre la leyenda de ser descendiente directa de Mahoma, y siendo el rey jefe espiritual y político, no se puede hablar de democracia marroquí. Políticamente, Marruecos es un híbrido entre las monarquías medievales y las monarquías absolutas: el Rey tiene todo el poder, sin excepciones, y quien lleva el peso del país no es tanto el Gobierno como la corte, muy numerosa, y quienes en ella tienen verdadera influencia son algunos militares, líderes étnicos o familiares congraciados con el Rey. De vez en cuando hay elecciones, pero los ciudadanos solo pueden elegir entre los partidos consentidos por el Rey. En pocas palabras, la similitud con el régimen del general Franco es grande y quizás copiada. No olvidemos la Guardia Mora que escoltaba al Caudillo quizás porque no se fiaba de una guardia española y cristiana.
Entre los “voluntarios” marroquíes que combatieron al lado de los militares traidores al juramento prestado a la Constitución de la República habían reclutados en las zonas más pobres del Protectorado del Norte de Marruecos y de los poblados del Ifni, muchos, apenas unos críos, fueron enviados a la contienda por sus familias, acuciadas por la más absoluta de las miserias. El dictador Franco reclutó en el Norte de África a unas cien mil personas, de entre 16 y 50 años, para combatir en el bando fascista. Después del triunfo fascista, cabalgaron en el Desfile Triunfal de la Victoria y un grupo seleccionado de ellos pasó a formar la Guardia Mora.
Esta Sección de tropas indígenas marroquíes estaba al mando del Caíd de Mehaznía Mohamed Ben Chairi. Las funciones de la Guardia Mora eran las de protección al entonces Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos, asistencia a los actos oficiales como Guardia de Honor, desfiles, celebraciones oficiales y acompañamiento de personalidades y políticos extranjeros, más en la presentación de Cartas credenciales de Embajadores.
El lazo existente entre el régimen absolutista de Marruecos y el Régimen del Dictador Franco se ejemplariza en la figura de Mohammed ben Mizzian nacido en Beni Ensar, Nador, 1 de febrero de 1897 y muerto en su segunda patria, Madrid, el 1 de mayo de 1975 siendo Embajador de Marruecos. Al llegar la II República Española y no estando él entre los sospechosos de antirrepublicanismo pudo incorporarse a la conspiración contra el Gobierno de la República tras una conversación que sostuvo en el casino militar de Melilla con el enlace del general Mola en la ciudad. Este militar marroquí llegó, una vez las tropas fascistas ganaron la guerra, a ser teniente general del Ejército Español. Y más tarde a mariscal de las Fuerzas Armadas de Marruecos desde 1957. Había participado en la Guerra Civil Española mandando la 1.ª División de Navarra. Capitán General de Galicia durante el franquismo y ministro de Defensa del Reino de Marruecos entre 1964 y 1966, año en que fue Embajador de Marruecos en España hasta 1975.
En la revista Foreign Affairs el historiador y periodista John Whitaker en octubre de 1942, recoge una serie de hechos calificados como crímenes de guerra. Mohammed ben Mizzian, durante la Guerra Civil española, es protagonista de varios crímenes de guerra, concretamente: violaciones, asesinato de prisioneros y pillaje. Entre otros, se cita el que terminado el asedio del Alcázar de Toledo los 200 heridos que había en el hospital de San Juan Bautista fueron ejecutados lanzándoles granadas de mano. «Con el aliento de la venganza de Dios sobre las puntas de sus machetes persiguen, destrozan, matan y embriagados con la sangre la columna avanza», escribe el sacerdote jesuita Alberto Risco, en su libro La epopeya del Alcázar de Toledo, sobre la entrada en la ciudad de las tropas del coronel Mohamed Mizzian.
Mizzian también prometió mujeres blancas a su tropa si tomaban Madrid, pero antes de eso ya forzó a la prostitución tanto a mujeres marroquíes como chicas de la zona a un burdel de Navalcarnero. Durante la caída de Manresa se cuenta que al menos a 3 manresanas las violó, y un soldado herido fue asesinados a manos de tropas de Mizzian.
Los discursos de Queipo de Llano convertían el horror en abominable virtud: «Nuestros bravos Regulares han enseñado a los cobardes rojos lo que significa ser hombre. También a sus mujeres. Después de todo, a estas comunistas y anarquistas les ha hecho bien adoptar la doctrina del amor libre y ahora conocerán por lo menos a hombres verdaderos, y no a esos milicianos maricas». Así proclamaba Queipo de Llano amenazando a las fuerzas leales a la República y a la población leal con muestra de la vanagloria del bando franquista por tales atrocidades. Además, las fuerzas marroquíes también eran famosas por saqueos, ya que eran una tropa que entendía la guerra como una forma de hacer negocio. Especialmente buscaban oro ya fuera robando a punta de cañón en el caso de las joyas o extrayendo las piezas dentales de los ciudadanos. A menudo, después del pillaje aprovechaban para colocar puestos de productos escasos: tabaco, chocolate, licores, plátanos.
Terminada la Guerra Civil, el Generalísimo Franco nombró a Mizzian comandante general de Ceuta. En 1953, fue ascendido a teniente general y se le dio el mando de la Capitanía General de la VIII Región Militar (Galicia). En 1955 fue nombrado Capitán General de Canarias, su último destino en el Ejército Español.
Al obtener Marruecos la independencia, en el año 1956, el rey Mohammed V le pidió que se encargara de la organización del nuevo ejército marroquí, por lo que Mizzian solicitó su baja en el ejército español, siéndole ésta concedida con fecha 22 de marzo de 1957.
En Marruecos ocupó primero el puesto de inspector de las Fuerzas Armadas Reales y en 1957-58, junto con el futuro rey Hassan II, protagonizó la despiadada represión de la sublevación del Rif, cuyos habitantes rebeldes fueron bombardeados con napalm, fósforo blanco y bombas de fragmentación.
Las protestas se originan por el cierre de la frontera de Argelia a la inmigración rifeña, a lo que se unía el descontento por la falta de representantes rifeños en la Administración marroquí. De hecho, entre algunos círculos rifeños empezó un Programa de 18 puntos del antiguo caudillo Abd el-Krim.
Por otra parte, las reformas económicas y políticas del nuevo Marruecos no contemplaban el Rif. Su precaria agricultura no recibió ayuda alguna en una época de sequía y de verdadera hambruna. Se enviaron caídes del Sur para gobernar a los rífenos del Norte en vez de otorgar esa misión administradora a los propios líderes y jefes de tribus del norte marroquí. Las minas del Rif, único recurso de exportación de la zona norte, continuaron en manos extranjeras que las explotaban y esquilmaban. Y como última humillación, ningún representante del Rif figuraba en los cuadros del Gobierno marroquí, debido quizás a la desconfianza del Rey y de los líderes nacionalistas del «Partido de la Independencia». El Istiqlal, partido mayoritario en el Gobierno marroquí y con gran influencia en las decisiones reales, era de mayoría árabe y consideraba al beréber Rif demasiado pro-español y por lo tanto traidor a la «causa democratizadora». Aunque, paradójicamente y con un alto oportunismo, el 30 de septiembre de 1956 el líder del Istiqlal, Allal el Fassi, había pronunciado un discurso en Rabat en el que negaba la instauración de la democracia en el Imperio jerifiano con estas palabras: “Nosotros no conocemos la democracia. Son los principios del Islam los que se deben aplicar en Marruecos». De esta manera quiso convencer a los rífenos de que su partido estaba supeditado a los mandatos de la religión musulmana y no a los dictados occidentales.
Ningún sultán combatió el colonialismo
Actualmente los mismos tonos avasalladores tanto desde el Gobierno marroquí, como desde sus aduladores oficiales en la Prensa permitida, como en el caso de Moghreb Post. Estos súbditos (no ciudadanos) quieren hacernos olvidar que en el pasado ninguno de los cobardes sultanes o reyes levantó ni cabeza ni voz contra los ocupantes españoles ni contra los franceses.
El 27 de noviembre de 1912 el Tratado Hispano-Frances establecía el protectorado español sobre el norte de Marruecos (con capital en Tetuán) los españoles habían penetrado en el Rif con pactos con los jefes locales y estableciendo pequeñas fortificaciones de madera y sacos terreros conocidos como “blocaos”. Muchos jefes locales protestaban con mucha vehemencia contra que los infieles del norte o sea los católicos hispanos instalasen banderas rojas y amarillas en sus tierras. Hacia 1913, la monarquía española tuvo que enviar varias decenas de miles de soldados a la zona.
Tres momentos claves en la relación entre “protectores” y protegidos: los dos grandes desastres del ejército español –el Barranco del Lobo en 1909, el de Annual en 1921– y la desaparición del cabecilla del Rif oriental en enero de 1925. Esto último facilitó la campaña del general Primo de Rivera, iniciada en septiembre del mismo año y concluida victoriosamente en 1926.
Cuando Marruecos obtuvo su “independencia” oficial en 1956 el sultán marroquí Mohamed V se autoproclamó él mismo rey invitando a Abd-el-Krim a regresar del exilio. Este rechazó la invitación recordando que Marruecos seguía estando ocupado por tropas extranjeras que él, Abd-el-Krim, había combatido. La colonización sólo había cambiado de máscara. Así fue que en 1957 apoyó las revueltas contra la monarquía absolutista instaurada.
En 1962 se opuso a la nueva constitución que fue proclamada por el rey Hassan II, que asumió poderes dictatoriales. El mismo año Argelia ganó su independencia después de una sangrienta lucha que había durado unos 8 años y en la que perecieron cerca de un millón de argelinos. Esa independencia resultó un motivo de alegría para Abdelkrim.
Y casi exactamente un año después murió este combatiente rifeño que había sido maestro de Escuela en la zona del Protectorado español en los viejos tiempos. Dejó un impresionante legado para su pueblo y sirvió de ejemplo a los que luchaban por su liberación. Tanto Ho-Chi-Min, líder del Vietnam, como Mao en su Larga Marcha le reconocieron como predecesor. El Comité de la Unión y Progreso en Turquía dirigido por Atatürk le tenía en gran estima. Y los shiitas de Nayaf at Fataw apoyaron la lucha de Abdelkrim.
Hoy en día, Abdelkrim es el símbolo del Movimiento Amazig. Algunos incluso le llaman Padre de la nación bereber, aunque era, para muchos, más que eso considerándole luchador universal por los Derechos de los pueblos contra la subyugación y el dominio colonial. Y el recuerdo vivo de su figura vuelve a resurgir a pesar de los esfuerzos del sistema marroquí de borrarle de su historia.
Nadie preguntó al pueblo marroquí qué régimen quería, ni los franceses, ni los franquistas españoles, ni tampoco hubo un Referéndum de Autodeterminación para Marruecos. La sumisa dinastía de los Sultanes recogió el Poder y la corona de manos de los colonizadores. Y los que lucharon con las armas en la mano o estaban en las cárceles coloniales o en el exilio. Luego cabe preguntarse sobre la legitimidad de la actual monarquía que no quiere ser portera de la migración a Europa y que con falsas promesas empuja a unas 10.000 personas a irrumpir en las aguas territoriales de España o impulsa pateras hacia las Canarias cuyas aguas fronterizas ha pretendido usurpar
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