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El pueblo de izquierda

Pedro Anatael Meneses Roqué / Pedro Anatael Meneses Roqué

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El Pueblo de Izquierda

El pueblo de izquierdas, no obstante sigue estando y existiendo. El 29 de septiembre dio una lección de dignidad en la última Huelga General. Así como con su clamorosa ausencia en la visita papal a Santiago de Compostela y Barcelona.

El problema ahora es como convocar al pueblo de izquierdas, para que entienda que a pesar de la confusión debe reaccionar frente a las políticas neoliberales, que están privándole de derechos elementales básicos y poniendo en peligro el estado social y la misma democracia.

La dictadura neoliberal

Entiendo que la única forma de volver a mover y convocar al pueblo de izquierdas de los pueblos y naciones del reino de España, es advirtiéndole, informándole y animándole a combatir una nueva dictadura, la dictadura neoliberal.

Como siempre afirma acertadamente Marcos Roitman, el capitalismo, no es consustancial a la democracia. Es más, el capitalismo vicia y condiciona la democracia, a favor del dinero, los ricos, los bancos, chantajea permanentemente a los electos políticos e impide avances sociales.

Una oligarquía de no electos controla medios de comunicación, la economía financiera y alienta formaciones políticas conservadoras, pero también influye decisivamente sobre otras que afirman no serlo. La conclusión es que matices a parte, la economía, el sistema de control del dinero y su venta, la gran industria y comercio, gobierne quien gobierne no varían. No se ha visto alternativa.

En resumen tras el triunfo de la revolución conservadora de los años ochenta del siglo pasado, en EEUU y Europa, se ha instalado una contrarreforma social, laboral y desrreguladora, lenta pero inexorable, que poco a poco limita las conquistas sindicales y políticas que las clases populares y trabajadoras obtuvieron tras la derrota de los fascismos. Una clase poseedora y financiera que ahora obliga a la clase popular y la ciudadanía a pagar su crisis económica y sistémica.

No es hora de lamentaciones. No es hora de repasar viejas cuentas. No es hora de dogmatismos. No es hora de fomentar capillas o más confusiones.

Entiendo humildemente que sí es hora de tejer una amplia alianza antineoliberal y por la Europa social y los derechos cívico, ambientales y democráticos. Es nuestro nuevo antifascismo frente a la dictadura neoliberal.

Es hora de que los movimientos sociales y los sindicatos de clase convoquen a hacer política, política republicana y cívica. Es hora de que las personas de la cultura de izquierdas se pongan manos a la obra en la tarea de concienciar políticamente a la gente.

La hora de la política

Es hora de que las y los socialistas, ¡Ojo! No hablo de socioliberales o de quienes han renunciado a transformar la sociedad y a las ideas socialdemócratas de reparto y avances sociales, de construcción del estado social y la justicia. Hablo de socialistas. Es pues hora de que las y los socialistas orgullosos de serlo, reivindiquen el cambio, la profundización democrática, el reparto, la república y la reapropiación de la política por parte de las clases trabajadoras, y contribuyan de forma decisiva a conformar el pueblo de izquierdas, volviendo las y los que no lo están, a la política activa, a los movimientos sociales, a los sindicatos e influyendo de forma decisiva en los partidos de izquierda en pos de su reactivación y de la unidad.

Las y los socialistas, debemos empujar hacía el empoderamiento ciudadano, y ver en las nuevas izquierdas surgidas en torno a los movimientos cívicos, los ecologistas críticos y que cuestionan el sistema, las y los ecosocialistas y los movimientos sociales por el feminismo, la paz, el altermundismo, la defensa del territorio y la cultura, el ejemplo de qué hacer, cómo actuar, cómo organizarse.

No se trata de denunciar y transformar el sistema desde lo verde, lo colorado o lo bermellón. Eso dificulta y confunde, por eso lo denuncio. Creo, que se trata de aplicar la transversalidad que desde los Foros Sociales Mundiales hemos impulsado.

La lucha por la justicia y la democracia no es posible ya sino desde la ofensiva por la Justicia Fiscal, la Justicia climática, la igualdad de género, la defensa de lo público, el comercio justo, la soberanía alimentaria y las resistencias a la privatización.

Por dónde podemos empezar

Por eso la movilización del pueblo de izquierdas aquí y ahora es posible. Solo es cuestión de no resignarse, ser decididas y decididos y pretender aportar y sumar. La derecha afila las navajas, engaña y espera que el gobierno del Reino de España, le caiga como fruta madura. Los responsables de eso deben saber que muchas y muchos no nos suicidaremos ni facilitaremos el avance de la derecha. Los que afirmando ser de izquierdas, hacen políticas de derecha, le dejan el camino expedito a ésta.

La defensa del sistema público de pensiones, la defensa de los derechos sociales y las políticas de igualdad, el apoyo a la economía real y a la cultura del trabajo, frente al rentismo y a las familias banqueras, los impuestos justos y redistributivos, la lucha contra desahucios y embargos, la defensa del empleo o las prestaciones y la lucha frente al cambio climático son más que suficientes para empezar a convocar al pueblo de izquierdas.

* Coordinador de la Corriente de Opinión del PSOE, Izquierda Socialista

Pedro Anatael Meneses Roqué*

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