Espacio de opinión de Canarias Ahora
Una tarde con el director de 'La huérfana'
Este es el caso del director español Jaume Collet-Serra, responsable de La huérfana y, anteriormente, de La casa de cera. En las dos películas de género que ha rodado, Collet-Serra ha tocado temas ya vistos y marcados por un “pesado” y recordado antecedente ?tal y como es el caso de la película en 3D, de 1953, The house of wax (Los crímenes del museo de cera en España) protagonizada por Vincent Price y Charles Bronson, en su papeles principales- y no por ello se ha amilanado los más mínimo.
Se podría decir que ni los antecedentes antes comentados ni el transitar por caminos ya conocidos han logrado evitar que el director logre contar la película que quería.
Posiblemente dicha seguridad en su trabajo es uno de los mayores aciertos del director catalán afincado en los Estados Unidos. Collet-Serra tiene muy claro lo que quiere rodar, cómo y de qué forma, evitando improvisar en el último momento. Cuando me planteo hacer una película me la preparo muy bien. Lo primero que hago es dividirla en diferentes secciones. De esta forma logro hacerme una idea de todo lo que necesito y así se lo puedo explicar mejor al equipo con el que trabajo. Una vez que llega la hora de rodar, cada cual tiene muy claro lo que debe hacer o no y de esa manera se evitan retrasos que solamente acarrean presiones por parte de los productores. Además, con este sistema, logro rodar la película que yo quiero.
No es de extrañar que, formalmente, las películas de Collet-Serra sean impecables y cada cual aparezca en la pantalla en el lugar preciso y en el momento adecuado. Sus angulaciones, la forma en la que desarrolla las secuencias, los movimientos de cámara o la manera en la que puntúa, cinematográficamente hablando, toda la película, refleja la planificación previa ya comentada por el director.
Sin embargo, su trabajo va más allá del tratamiento formal de las imágenes. Su principal interés se centra en contar, tanto la historia principal de la trama ?en el caso de La huérfana, una niña psicótica que pondrá en peligro a toda una familia- como en aquellas pequeñas historias que terminan por ser más reveladoras que la idea central de la película. No quiero decir con ello que todo el mérito sea solamente del director, olvidando la labor del guionista - David Leslie Johnson, el se basó en una historia de Alex Mace-.
No obstante, lo que quiero señalar es que Collet-Serra sabe llevar muy bien a sus actores para que, en medio de las vicisitudes de una película de género, sean capaces de mostrar su lado más humano o, en muchos casos, más terrorífico aun si cabe.
Para mí La huérfana, a pesar de ser una película de género, me permitió tocar otros temas. La trama es una excusa argumental para que el espectador vea que los verdaderos problemas no están motivados, solamente, por la intrigas de Esther (nombre de la protagonista) sino por los secretos y las mentiras que persiguen al matrimonio protagonista. Al final, buena parte de dichos problemas terminarán por ser más peligrosos que la propia Esther.
Tengo que admitir, además, que el guión de David era estupendo. Los personajes estaban muy bien desarrollados. Vi las posibilidades de hacer una película que tuviera todos los elementos: unas magníficas interpretaciones, un magnífico ambiente, tensión, por no mencionar que realmente diera miedo.
La huérfana es en realidad un thriller psicológico que se convierte en una película de terror. Pero no es un terror convencional. Toda la película gira alrededor de ese secreto, y en mi caso es muy raro leer un guión y que me sorprenda tanto el final. Eso es lo que me enganchó.
El resto del mérito, tal y como ya hemos dicho, recae en la capacidad de Collet-Serra por dirigir a cada uno de su actores de manera que logren componer el puzzle que haga creíble toda la historia que se nos muestra en la pantalla.
Con actores como Vera Farmiga y Peter Sarsgaard, simplemente les dejo actuar, filmándolos de la manera más simple. Sin embargo, trabajar con niños requiere un enfoque totalmente distinto. Lo que esperas de los niños es ese toque de inocencia. Tienes que hacerles ensayar, para que sepan lo que la escena requiere, pero con demasiados ensayos se puede perder esa inocencia. Se necesita una buena dosis de equilibrio para conservar la espontaneidad, y al mismo tiempo hacer que transmitan todas las claves emocionales.
Buscar a la actriz que diera la réplica de Esther fue una mezcla de varios factores pero, sobre todo, suerte. Cuando estás buscando a la protagonista de tu película, y más si es una niña sueles pensar en varias candidatas pero, cuando te pones a preguntar ninguna de ellas está disponible. La realidad es que, tras un largo casting, encontramos a Isabelle Fuhrman y, nada más verla, tuvimos claro que era la actriz ideal para el papel. Teniendo en cuenta el tema, necesitábamos a una actriz muy joven, pero al mismo tiempo muy fuerte. Isabelle, que sólo tenía 11 años, poseía esa confianza. Llegó y se apropió del personaje
De todas formas, para el director, quien acaba por llevar buena parte de las riendas de la película, es la pequeña de la familia, Max (Aryana Engineer).
Aryana era muy especial. Era muy inocente y estaba llena de vida. En cierto sentido, esta película trata sobre el hecho de proteger la inocencia de esta niña, por lo que eso tenía que quedar muy claro. Además, tanto Isabelle como Aryana sintonizaron muy bien ?algo que es un alivio, dadas las severas normas que hay en los Estados Unidos cuando se trata de trabajar con actores infantiles- . Claro que, algunas veces nos supuso algún que otro quebradero de cabeza.
Algo así nos ocurrió en la escena en la que Esther (Isabelle) apunta con un arma a Max (Aryana). En esta ocasión no nos quedó más remedio que utilizar un arma de verdad ?en el resto de los casos, se utilizaron efectos incluidos en la post-producción- pero con la escena de la pistola no se podía recurrir a ningún tipo de trucaje. El caso es que, nada más empezar a rodar, a las dos les dio un ataque de risa y tuvimos que suspender la toma. Al final nos costó rodar la secuencia tres días pero, nos quedó claro que ambas se lo estaban pasando muy bien.
El resto de los elementos que forman la película, sobre todo la climatología ?la historia transcurre en invierno, una estación que se convierte en un personaje más- ayudan a que el director logre llevarnos por los meandros que forman la psicosis de una niña que resulta ser mucho más de lo que aparentan sus refinados modales y su impecable comportamiento. Al final, uno se ve inmerso en la pesadilla que sacude a toda la familia y cada vez hay menos tiempo para poder sobrevivir a la amenaza que se esconde tras de Esther.
Me gusta el cine de género pero me gustaría que mi próxima película fuera un thriller. Después La Casa de Cera y La huérfana creo que es hora de cambiar de registro y probar cosas nuevas. Sólo espero poder encontrar un guión que me ayude a lograrlo. Son las palabras con la que se despidió Jaume Collet-Serra, después del interesante encuentro que mantuvimos durante el pasado Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña ?Sitges 2009-.
Ahora, lo único que les queda, si les han gustado las palabras del director, es ir a ver La huérfana y sacar sus propias conclusiones.
Agradezco a los responsables de Warner Bros Pictures International España, su invitación para poder asistir al encuentro con el director de La huérfana, Jaume Collet-Serra.
Eduardo Serradilla Sanchis
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