Espacio de opinión de Canarias Ahora
Toca especular (Francia)
Parecerá, y lo es, algo cansino. Pero toca especular hasta cierto punto con la aritmética electoral. Supongamos (sin asegurarlo) una participación tan alta como en la primera vuelta. Y no lo aseguramos porque una parte de los electores podría optar por quedarse en casa al no sentirse identificada con alguno de los dos aspirantes. Un 45% de los franceses les negaron su apoyo el domingo pasado sin ir más lejos. Atendiendo, no obstante, a las posiciones clásicas de derecha e izquierda, el 11% del xenófobo Jean Marie Le Pen más el 3.8% de otras formaciones de extrema derecha terminarían en poder de Sarkozy, alcanzando así al 44.8%.Realizando la misma operación con Royal, los grupos a la izquierda del PS aportarían su 11% cosechado. La socialista descafeinada sumaría así el 36.5%. Estos datos de partida (44.8% contra el 36.5%) han puesto en marcha la maquinaria de los sondeos de opinión, unas horas después de conocidos los resultados de la primera vuelta y casi al mismo tiempo que los candidatos reiniciaban la campaña. Una de esas encuestas pronostica un 52% de Sarkozy contra un 48% de Royal; la otra, 54% contra 46%. En cualquiera de los dos casos, tampoco esta vez el Partido Socialista francés lograría la presidencia de la República.Sigamos con los números. ¿A dónde irá a parar el 18%, más de siete millones de votos, del centrista Francois Bayrou? El sufragio del centro, sin candidato propio, oscilará entre los dos aspirantes. De ocurrir de forma pareja, algo improbable, Sarkozy tendrá asegurado el Palacio del Eliseo. Sin embargo, antes de la primera vuelta se propagó la especie según la cual ya existía una propuesta de Bayrou si él pasaba a la segunda y recibía el voto socialista. La presidencia para Bayrou, para los socialistas el cargo de primer ministro. Porque las elecciones legislativas se realizarán poco después de las presidenciales. El ex primer ministro socialista Michel Rocard propuso una alianza entre el Partido Socialista y Bayrou como única forma de derrotar a Sarkozy. La iniciativa fue mejor recibida por el centrista de la Unión por la Democracia Francesa (UDF) que por el equipo socialdemócrata de Royal. Pero las cuentas mandan. Aquella propuesta de Bayrou parece posible pero al revés: la presidencia socialista y el primer ministro centrista. Una cohabitación a la francesa menos escandalosa quizá que las anteriores, aunque también conduciría a cierta parálisis política. A esta hora, la UDF guarda silencio sobre sus intenciones. Los aspirantes en liza lanzan sus redes en el caladero de Bayrou.Esto significa que tanto Sarkozy como Royal moderarán aún más programas e imágenes personales. El derechista solicita un debate de altura televisivo. Royal pondrá seguramente énfasis en las reformas del sistema político francés tan del gusto aparente de Bayrou. Ya veremos. Una victoria de Sarkozy representará un ataque frontal contra las conquistas sociales de Francia y oxígeno para el neoliberalismo salvaje. Su derrota no modificará las intenciones de la gran patronal gabacha, pero la obligará a moverse en un terreno de juego menos favorable a sus prisas. Supongo.
Rafael Morales
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