La portada de mañana
Acceder
Feijóo se alinea con la ultra Meloni y su discurso de la inmigración como problema
Israel anuncia una “nueva fase” de la guerra en Líbano y crece el temor a una escalada
Opinión - Junts, el bolsillo y la patria. Por Neus Tomàs
Sobre este blog

Espacio de opinión de Canarias Ahora

Réquiem por la UPM

Salvador García Llanos

0

“Todo en silencio. Se huele la indolencia. No hay protestas. E igual los llantos, si los hay, son sin lágrimas. No hay nada. Puede que ni agradecimiento por los servicios prestados. Ni una mísera nota de prensa. ¿Dónde la solidaridad? Hasta parece cercenado el derecho al pataleo. Ni los herederos de los promotores hacen una declaración postrera, siquiera de lamento. La defensa de los puestos de trabajo: suena a chino. Los ejecutores, encantados. Consummatum est.

Es el cuadro, desgarrador, de los primeros despidos de la Universidad Popular Municipal 'Francisco Afonso'. Cunde la desmoralización. Esto se acaba. En silencio. De forma indolente. Sin una objeción. Aunque las formas sean las menos apropiadas, qué más da. Ni pataleo. No hay nada. Deprimente“.

Hasta aquí el texto de una entrada publicada el 19 de febrero de este mismo año. No se reproduce como mérito de anticipo. Al revés, la confirmación de cuanto se dijo, unida a otros cuantos artículos en los que se expresaba la misma inquietud, sirve para constatar que no valieron de nada las críticas y las apelaciones y que prima la indolencia en este proceso de decadencia, especialmente en lo que a dotaciones públicas se refiere. Si alguien lo interpreta como una jeremiada, vale. Pero tiene más de eso, desde luego: de canción triste, de lamento fúnebre. Los portuenses pierden las cosas, las que ellos mismos crearon, y ni siquiera lloran.

Nadie ha dicho nada pero esta es la triste verdad: la Universidad Popular Municipal, la UPM del Puerto de la Cruz, la pionera en Canarias ya no existe. El edificio de la calle Mazaroco está vacío, metafóricamente inerme, con apenas contenidos. Ni participación ni formación ni experiencias ni actividades colectivas. Y lo que es peor: sin una crítica, sin una reivindicación, sin una lacónica pregunta. No hay siquiera la formalidad de acuerdo de mínimos que sirviera de esquela certificativa.

Hasta el réquiem suena sin alma. Nadie suelta una lágrima. Es el arquetipo de la falta de voluntad política, de la insensibilidad, de la incapacidad.

Adiós Universidad Popular: te recordaremos siempre.

Sobre este blog

Espacio de opinión de Canarias Ahora

Etiquetas
stats