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La cara y la cruz de la participación en Telde

Antonio Hernández Lobo / Antonio Hernández Lobo

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No está en mi ánimo impartirles una clase de historia de la participación ciudadana, ya existen numerosos manuales que explican este proceso social desde Herodoto hasta el mundo contemporáneo. Pero si que me gustaría ponerles en antecedentes de lo que ocurre en la actualidad en la ciudad de Telde, municipio eminentemente participativo en otros tiempos, donde la participación era totalmente horizontal y transversal a todos los ciudadanos y sectores. Hoy cabría recordar, como si rememoráramos a los historicistas académicos que decían que la Historia no era ni más ni menos que la repetición sucesiva de los hechos históricos más significativos. Y es que en Telde hoy, tal y como decía John Stuart Mill en el siglo XIX, se nos pone de manifiesto los vacíos del sistema representativo.

Estos vacíos los hemos visto recientemente en la presentación de nuestra Asociación Plan Estratégico de la Ciudad de Telde ante la concejalía de Desarrollo Estratégico. Parece como si siguiéramos en la Historia cuando hombres, y ya las mujeres también, empezaban a plantearse aquello de que todos y todas votan, pero pocos y pocas participan. Este fue realmente el punto de partida de las democracias populares, donde existe una preocupación real por la verdadera participación ciudadana. Aún así, todo vuelve a truncarse tras las dos contiendas bélicas del siglo XX cuando Robert Dahl nos advertía de las amenazas de aquellos políticos, que, convertidos en una casta de élite, temían, celosamente, todo atisbo participativo de la ciudadanía. Ese celo político fue el que encontramos en un concejal ?gestor político- , con un excelente pasado político, transformado no se sabe por que razón en un concejal que ningunea a un movimiento ciudadano (polites) preocupado e inquieto por el futuro de su ciudad (polis). De lo que no nos advirtió Dahl es que este tipo de situaciones vivirían su momento más anacrónico en el Telde del siglo XXI, donde la participación ciudadana da un vuelco histórico llevándonos, incluso, a episodios medievales, donde hasta el mismo Tomás de Aquino criticaba los abusos del señor feudal en contraposición de la participación en los incipientes burgos. Esta es la “cruz” de nuestra ciudad, dar la espalda a la participación ciudadana desde una asociación que únicamente busca la colaboración mutua entre la ciudadanía y la boulé. Ni en la Atenas griega pasaban estas cosas. No hay ilusión ni ganas.

Por suerte, tenemos una “cara” también. Nos referimos a concejalías como la de Educación, Deportes, Cultura, donde la savia nueva inunda de ilusión a la ciudadanía con nuevos proyectos de participación. Un ejemplo claro es la reactivación del Consejo Escolar Municipal como órgano de asesoramiento y consulta, al tiempo de colaboración mutua entre la boulé y los ciudadanos y ciudadanas que ansían lo poquito que nos deja la participación democrática en el intervalo de los cuatro años que tenemos entre elecciones. Justo el día que se da la espalda a una iniciativa participativa de la ciudadanía, una vez se fue el sol, pudimos disfrutar de un encuentro ciudadano preocupado por la educación en nuestro municipio, y todo con el respaldo absoluto de la titular de la concejalía de educación. Desde este departamento existe una apuesta clara por el reconocimiento y escucha de todos aquellos ciudadanos, que conjuntamente, queremos lo mejor para nuestra ciudad. La ciudadanía cuenta con la concejalía de educación, y su titular apuesta por el verdadero vuelco que se está dando en el sector educativo en nuestro municipio. Proyectos como “Veredas”, “Escuelas para la Vida” o “Escuelas de Familia” avalan esta magnífica gestión de verdadero equipo.

Esta es la “cara”, y aquella, la “cruz” de la participación en Telde. Y como decía Montesquieu?“el pueblo no puede gobernar, pero si dispone de la capacidad de discernir y participar”. A algún concejal nuestro le haría falta leer más a los ilustrados franceses de finales del siglo XIX.

*Presidente de la Asociación Plan Estratégico Ciudad de Telde y Vicepresidente del Consejo Escolar Municipal de Telde.

Antonio Hernández Lobo*

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