El mundillo de las agencias de comunicación y de publicidad en Canarias parece curado de espanto. No parecía este viernes especialmente escandalizado por las noticias publicadas aquí sobre las barrabasadas de Promotur con los concursos públicos. Y hasta alguno de sus más cualificados representantes se mostraba sorprendido de que, por fin, algún medio de comunicación le hiciera un seguimiento continuado a tanto descaro e indecencia. Todos se preguntaban cómo es posible que no intervenga la Justicia de oficio con la simple comprobación de que los concursos se adjudican con tan sólo días de antelación respecto al servicio que se ha de prestar. Es el caso de dos contratos directamente relacionados con Fitur. De un lado, la mismísima contratación del diseño y construcción del stand, que se adjudicó por 540.000 euros el pasado 17 de diciembre, con tan solo un mes de antelación sobre la fecha de comienzo de la feria. Y el segundo, el de 50.000 euros a Acttive Leisure Projects para acciones de comunicación en el mismo sitio, adjudicado el pasado día 14 de enero, a seis días del comienzo del certamen.