Como todo expediente que se precie en esta nacionalidad, se interesaron informes a todos los organismos con competencias en la materia: Consejería de Agricultura, Cabildo de Lanzarote, Ayuntamiento de Yaiza... El primero en contestar fue Agricultura, que, a través de la Dirección General de Estructuras Agrarias, señalaba, en un informe de 13 de julio de 1998, firmado por el Jefe del Servicio de Ordenación Rural, Salvador Domínguez Rodríguez, que se podía proceder a “la restauración de la vivienda mientras no se aumente la superficie ya construida”, pero vetaba por completo “el almacén bodega” por considerar que “no se justifica su dimensionamiento en cuanto a producciones obtenidas y superficie plantada, ni se justifican las necesidades actuales para tal fin”. O sea, que no había viñedos que avalaran algo así, a pesar de que la promotora, la famosa señora del Río, hablara de once hectáreas en producción que jamás se documentaron ante las instituciones competentes, dicho sea también sin ofender. Por cierto, la solicitante de la autorización hizo esta afirmación en un escrito de alegaciones enviado por fax a Política Territorial desde Galerías Rosa (928 800 780) el 1 de marzo de 1999. Nueve días después ya le estaban contestando.