O por ser más precisos: el candidato socialista a la presidencia del Gobierno de Canarias habló de no pactos, es decir, de su deseo de ganar las elecciones con holgura suficiente como para no tener que sentarse a negociar. En esa meta basó su estilo de campaña electoral, durante la cual trata de convencer de que le mueve el deseo de cambiar el actual estado de cosas y a los que lo representan. Destacó que como ministro fue capaz de consensuar leyes de alto calado, lo que le habilita como hombe de consenso, pero cuando toca. Lo dijo en la Casa de Canarias de Madrid, antes Hogar Canario, que estaba abarrotada de personas de toda condición, incluso de acreditada tendencia conservadora, como el ex magistrado José Mateo. Y gente de la cultura, ex altos cargos de Justicia, periodistas, empresarios...