Muy pocas veces el PSOE ha ganado unas elecciones generales en el municipio de Teror. Al contrario, desde hace mucho tiempo el ganador con diferencia ha sido siempre el Partido Popular. Pero en Teror gobierna también con reiteradas mayorías absolutas, unas más holgadas que otras, el socialista Juan de Dios Ramos Quintana. En el colegio electoral de su barrio, Los Arbejales, este domingo volvió a ganar el PP, como es uso y costumbre, y duplicando los votos que obtuvo el PSOE. Pero a ninguno de los vecinos de Los Arbejales o de Teror, es más, a ninguno de los concejales del PP en el Ayuntamiento de la muy piadosa villa mariana, se le ha pasado jamás por la cabeza exigir a Juan de Dios Ramos que dimita o propicie la entrada de los conservadores en el Gobierno municipal atendiendo a esa realidad electoral tan evidente. Lo mismo cabría decir de Agüimes, donde en cada cita electoral gana contundentemente el Partido Popular, y a nadie se le ocurre poner en entredicho las constantes e indiscutibles mayorías absolutas de Antonio Morales, de Roque Aguayro, la marca local de Nueva Canarias. Del mismo modo que a nadie se le ocurriría pedirle al alcalde de La Laguna, el nacionalista Fernando Clavijo, que pase a la oposición al haber quedado relegado a un tercer puesto en las Generales tras el PP y el PSOE. Pero los resultados del 20-N sí son extrapolables al Gobierno de Canarias, o al menos eso es lo que está intentando deste la misma noche electoral el presidente del PP, José Manuel Soria.