Los efectos colaterales de la dimisión de Spínola no pueden ser más perniciosos para su partido. Se pudo observar a las pocas horas de producirse: los líderes de las fuerzas adversarias han sacado petróleo de la decisión, que les permite tapar sus propias vergüenzas y los escándalos y debilidades que cada cual guarda en sus armarios. Pero a esos dirigentes del PP o de Coalición Canaria se sumó de un modo inmediato Juan Carlos Alemán, que abandonó su postura equidistante entre López Aguilar y Saavedra para lanzarse ya sin miramientos contra el actual secretario general de su partido: que Juan Fernando lo recomponga, declaró. Los periodistas que hablaron este domingo con Alemán se encontraron con un político abatido, pesimista, muy dolido con lo ocurrido con Spínola. Pero, sobre todo, preocupado por lo que él llama “un bicho” que se ha metido en las entrañas del PSC.