Y ya que andamos metidos en correrías relacionadas con la Cámara de Comercio de Las Palmas, les acercamos una llamativa demanda interpuesta en esa Corporación este lunes por un empresario. El demandante viene a solicitar corte de arbitraje contra los demandados José Miguel Suárez Gil y la Cámara de Comercio que aquel preside, y donde radica la famosa corte de arbitraje que se invoca. A ver si nos entendemos: que los que tienen que arbitrar habrán de hacerlo con ellos mismos de parte. Todo porque, según el empresario denunciante, Alberto Santana, la Cámara no actuó ante una solicitud suya de febrero de 2004 pidiéndole que actuara de amigable componedor ante una empresa de Hong Kong, la ciudad con la que nos quieren hermanar Mauricio y Arnáiz, que le metió tremenda montada.