Como les adelantamos aquí en su día y alguno se copió con descaro y sin citarnos (tranquilos, colegas), el empresario noruego Björn Lyng está a punto de recuperar el control de Anfi del Mar, la empresa que creó en su día y que, hace un par de años vendió en un 51% a TUI. En estos días vencerá la opción de compra ejercida por Santriago Santana Cazorla para hacerse con ese paquete de acciones, pero nada está cerrado todavía. Lyng, que ejerció su derecho de tanteo, tiene ante sí tres opciones diferentes: la primera, aportar capital propio y, en unión de Lopesan y Satocan, ir a la compra de ese 51%. La fórmula plantea sólo un problema, saber si los dos empresarios canarios están dispuestos a no tener el control de la sociedad. Una segunda opción la representaría un grupo extranjero, del que todavía no tenemos ni santo ni seña. La tercera vía dice venir del Puerto de La Luz, con un refuerzo del empresario Alfredo Morales. Esta vía no exigiría el 51%, lo que aliviaría las negociaciones con Lyng. Y luego está que el noruego se agache y compre Santana Cazorla, lo que no hay que descartar por completo.