La gota no es esta que le vamos a relatar, pero la verdad es que habíamos dejado pendiente comentar para ustedes una penosa rueda de prensa ofrecida hace unos días por representantes nacionales y locales del Sindicato Profesional de Policía (SPP), la central más cercana al PP y viva España. Aterrizaron por estos lares los mandarines sindicales para decir que había que destituir a la jefa superior de Policía por no estar preparada, por su comportamiento autoritario con los mandos policiales y por tener desanimada a la tropa. Apreciaciones bastantes subjetivas -y completamente falsas algunas- que no merece la pena comentar precisamente por eso. Pero se lucieron los presuntos policías al adentrarse en el escabroso terreno del terrorismo y la seguridad de las islas. Llegaron a decir, y se quedaron tan campantes, que había dejado de funcionar la Brigada de de Información y que, como consecuencia de ello, la delegada del Gobierno lleva escolta. Dos buenas cagadas en una sola frase: porque, en el caso de que fuera cierta la afirmación, el asunto forma parte del sigilo profesional, pero siendo falsa como es, la cosa adquiere un tufo verdaderamente desagradable. Porque Carolina Darias no lleva escolta sino protección en actos públicos, y no es por amenaza terrorista. Que pongan a uno de estos al frente de la Supercomisaría y le meten un pepinazo en media hora.