El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Cabezas hinchadas, gangrenas en brazos y piernas...
“Por ahora, mientras espero en ayunas a la doctora M, sólo me estoy muriendo de hambre. En marzo del 2006, a seis jóvenes británicos los ingresaron casi en estado de coma en la unidad de cuidados intensivos del hospital Northwick Park de Londres porque habían empezado a convulsionar tras haber probado un nuevo medicamento. Aquella sustancia ni siquiera tenía nombre: la llamaban TGN1412 y debía servir para fabricar una medicina para la artritis y la leucemia. El laboratorio alemán TeGenero y la compañía encargada del estudio, la estadounidense Parexel, les habían dado la droga a seis voluntarios y, a otros dos, un ”placebo“, es decir, un producto inocuo que no contenía esa sustancia y que suele usarse en este tipo de pruebas por si los voluntarios simulan síntomas que no guardan ninguna relación con los esperados. A uno de los que sí habían tomado la droga se le hinchó la cabeza hasta alcanzar tres veces su tamaño normal. ”Parecía el hombre elefante“, protestó su novia ante las cámaras de la BBC. A otro, un joven llamado Ryan Wilson, le colapsó el sistema circulatorio y se le empezaron a gangrenar los brazos y las piernas. A Ryan Wilson le tuvieron que amputar los dedos de las manos y los pies”, señala el texto del artículo.
Sobre este blog
El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora