Las crónicas sobre inmigración con las que deleita a sus lectores de El Mundo la corresponsal Teresa Cruz son de tararí y no echar gota. La de este domingo puede considerarse continuación de la que publicó la semana pasada tras el debate parlamentario sobre inmigración en la que el jefe de su marido, José Manuel Soria, ocupó casi cinco veces más espacio que el dedicado a Juan Carlos Alemán: 23 líneas para el portavoz del PP y 5 para el del PSOE, y eso que ambos partidos tienen el mismo número de parlamentarios. Al igual que las cosas que pasan en Fuerteventura, las crónicas parlamentarias se hacen desde Las Palmas de Gran Canaria, lo que podría explicar algunos lapsus de la periodista. Aunque suponemos que habrá seguido el debate por Televisión Canaria, la misma que el jefe de su esposo quiso cerrar antes de tocar Gobierno y ahora que ha salido de él.