Pero si no hubo coincidencia en la manera de contar lo ocurrido, tampoco la hubo en las cifras de aficionados que dicen que acudieron esa aciaga noche al Estadio Insular. La mayoría de los medios de comunicación divulgó que hubo 5.000 espectadores porque esa debió ser la cifra oficial. Canarias7 dio por bueno el dato (nosotros también), La Provincia lo subió en 1.000 personas y la Televisión Canaria, en 2.000. No tuvo desperdicio, por cierto, la valoración de uno de los comentaristas de la televisión pública canaria que, en el momento de la pitada dijo que el presidente no tenía la culpa de lo que ocurre. No dijo quién la tiene, lo que nos sumió en un mar de dudas inenarrable. El baile de cifras, por cierto, nos lleva a preguntarnos cuántas son las personas que han renovado su abono realmente. Nos terminaremos enterando porque la realidad es una, por mucho que la quieran maquillar.