Por último, Raúl del Pozo concluye que “en el caso Gürtel hubo paja y cebada. Crecido con las encuestas, el PP se enroca. Pero en ajedrez y en política, el jugador que lleve ventaja es el que debe atacar. El PP está amordazado. 'Luis sólo defiende su honor. De 18 cargos quedan sólo dos'”. Lo cierto es que la garganta de seda del columnista ha causado tal conmoción en Madrid que ya ha sido identificada por El Semanal: “Esa garganta de seda seguro que nada tendrá que ver con la importante comensal con quien el lunes pasado compartió mesa y mantel el fogoso periodista en La Manduca de Azagra de la madrileña calle Sagasta”, ha publicado estos días. A lo que se ve, el culebrón veraniego de Gürtel amenaza con entretenernos este verano más de lo previsto.