Tantas discusiones, tantas horas perdidas, tanto dinero invertido en dietas de asistencia, tantos CDs grabados, tanto papel garabateado, tanta histeria... para nada. Las comisiones de investigación vivas en el Parlamento de Canarias acabarán peor que empezaron. Si al principio había al menos una esperanza de que todo quedara aclarado en el caso Amorós y en la trama eólica, los ciudadanos se quedarán con la doble frustración de no conocer la verdad y con la confirmación de que determinadas instituciones son una verdadera estafa. Un pacto tácito entre el Partido Popular y Coalición Canaria ha empezado a evidenciarse en el Parlamento de Canarias con la única y malsana intención de que el uno le tape las vergüenzas al otro y viceversa, y lo antes posible, anda, que llega la campaña electoral y no podemos andar en pelota picada. Se ha visto en el Parlamento canario, pero se vio también, de modo igualmente lamentable, en la Carrera de San Jerónimo.