Muy interesantes (para algunos seguramente muy inquietantes) los autos judiciales del caso Canódromo conocidos este miércoles, de los que les damos cumplida información en nuestra edición de hoy. El magistrado Tomás Martín, titular de Instrucción 3 de Las Palmas de Gran Canaria, no parece muy inclinado a dar por concluida la fase de práctica de pruebas que le permitan aclarar qué fue exactamente lo que pasó con esa operación urbanística, quién influyó para que se produjera ese pelotazo, qué papel desempeñaron los técnicos, qué políticos intervinieron, quién eligió concretamente a esa empresa, Inprocansa... Exactamente todo lo contrario de lo que anda proclamando por ahí el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona, de momento el político de mayor rango imputado en la causa: “Al final de mi declaración [de casi trece horas] el juez me insinuó que aquello no tenía mucho recorrido [judicial]”. La frase es del mismísimo Cardona, y se la endosa tanto a los acólitos como a los concejales de la oposición socialista, a los que giró visita (inicialmente de cortesía) hace unos pocos días. Por los datos que tenemos, el alcalde no convenció particularmente a uno de ellos, profesor de Derecho Penal en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Fernando Navarro. La escena que nos contaron nos hizo recordar aquella inmensa frase que el concejal socialista pronunció recientemente en un pleno de la Corporación dirigiéndose al presidente de la misma: “La diferencia entre usted y yo, señor Cardona, es que a determinados sitios a los que usted va yo solo llevo a mis alumnos a realizar prácticas”.