Nunca dejará de sorprendernos José Manuel Soria con sus nombramientos y con sus descartes. Lo mismo te pone a una Física de viceconsejera de Turismo que a un controlador al frente de la empresa pública Proexca. Bien es cierto que este controlador aéreo, de nombre Gerardo del Caz, atesora otros valores que lo convierten en un fichaje singular. De entrada, viene de la fundación Faes, la que utiliza Aznar para difundir por el mundo sus buenas nuevas, su corte de pelo y su escaso patriotismo. Eso le da un plus suficiente a Del Caz para pasar a formar parte del núcleo duro del entorno soriano, necesitado de ideas nuevas y buenas para salir del atolladero. Pero más en lo profesional, este controlador aéreo, destinado recientemente a El Hierro, de donde fue rescatado, habla hasta chino. Y no es coña, lo que le servirá para introducirnos aún mejor en ese gigante que todo lo quiere devorar.