Fue el muy mentado Pérez-Camacho quien en aquel apoteósico 59 Segundos de Televisión Española describió la existencia de dos corrientes dentro del PP acerca de los pactos de ese partido con ATI en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. Según el controvertido diputado regional, una de esas corrientes aboga por ir cociendo a ATI en su propia salsa y a fuego lento, contando con la inhumana agonía que supone el sumario judicial de Las Teresitas, en el que cada vez aparecen más imputados y ya aflora por todas partes el delito de cohecho. Esa corriente es partidaria de preparar a un buen candidato que consiga arrebatar la alcaldía a Miguel Zerolo. La otra corriente, la ganadora, la que patrocina José Manuel Soria y a la que se ha abrazado con pasión Cristina Tavío, es la de pactar para no dañar al socio ático y contar con CC en el supuesto caso de que el presidente del PP obtenga más diputados que los nacionalistas en 2011. Los partidarios de la primera corriente están que trinan porque creen que el perjuicio electoral va a ser inmenso ante la sumisión demostrada.