Vaya por delante otra de pisto porque lo dijimos aquí con anterioridad: Pepa Luzardo habrá de comprar lo que quiera del escultor Martín Chirino, pero siempre lo hará a través de la Galería Marlborough, que dirige en España María Porto. Da igual de quién sea novia la interfecta; o compran por ahí, o cambian de escultor. O si no, que pregunten a Paco Santiago, que cuando era alcalde de Telde trató de saltarse a los marchantes de Chirino intentanto tocarle la fibra patriótica al escultor. Éste le respondió con mucho cariño que sí, pero que los 100 kilos (de pesetas de antes) de la escultura encargada para la plaza contigua al futuro Palacio de la Cultura de Telde, había que aflojárselos integramente a Marlborough, que por entonces sólo tenía sede en Nueva York. Ahora, la alcaldesa de Las Palmas, se ponga firme o haciendo el pino-puente, deberá hacer lo propio y olvidar tanto brindis al sol. O cambiar espiral por un juego de té, de lo que también sabe un rato largo el ex alcalde de Telde, por cierto.