Cambio de estrategia el día del derby. Los rebeldes de Coalición Canaria, contrarios a la candidatura de Paulino Rivero en 2015, han decidido ir por otro camino. Sus cálculos no son malos y se parecen mucho a lo que el mismo partido hizo, ante una tesitura similar en 1999: en medio de una disputa sobre quién debía relevar a Manuel Hermoso, Lorenzo Olarte se sacó de la manga el nombre de Román Rodríguez y lo hicieron presidente. Ahora no se trata del mismo candidato, que ya hace sus escaramuzas con el PP para mortificación casi general (incluido su propio partido, Nueva Canarias), sino de proponer a alguien que pueda inmolarse en la hoguera de la guerra interna y queden protegidos los llamados para la gloria, Ana Oramas o Fernando Clavijo. La estrategia tiene la marca de ATI, y la charlaron este miércoles ampliamente en una reunión celebrada en Tenerife el mismísimo Clavijo junto a Fernando Bañolas, Mari Mar Julios, Rosa Dávila, José Juan Herrera Velázquez y David de la Hoz. La condición que ha de reunir el candidato, además de ser distinto a Rivero, es que esté dispuesto a pactar con el PP llegado el día siguiente a las elecciones autonómicas de 2015, para lo cual antes era preciso inhabilitar para esa hipotética negociación al actual presidente. A ese grupo atribuyen dentro de CC la proclamación realizada estos días por José Manuel Soria dando por zanjadas públicamente sus relaciones con Rivero y declarándolo para siempre proscrito para cualquier interlocución. Si el presidente de CC y presidente del Gobierno ya no es para el presidente del PP canario interlocutor válido con los nacionalistas es que o ya existe el relevo o de lo que se trata es que lo tengan que buscar y proclamar para satisfacer al socio eterno.