Lo malo de esta balacera en la que anda metido el PP son las forzadas complicidades que está provocando. José Luis Sebastián Montesinos es un gran policía, como lo es Ignacio Bádenas, apartado de su puesto de confianza por la jefa superior, Concepción de Vega. Pero la verdad es que verlos compartiendo valle de lágrimas con el inspector Vargas los coloca en una situación ciertamente embarazosa. Como embarazosa es la posición en que ha quedado Montesinos por haber accedido a reunirse en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria con Bádenas y Vargas, probablemente para hablar del derbi madrileño. Al director general de Seguridad le han dicho claramente que no se deben mezclar las churras con las merinas, y como es profesional disciplinado, lo ha asumido con rectitud, grandeza y templanza.