Hace bien cualquier presidente de Cabildo, empezando por el de Soria, provincia de Las Palmas, en reclamar lo mejor para su isla, como planes de empleo, planes de vivienda, planes de seguridad, planes de infraestructuras o planes de planes. Lo malo viene cuando el presidente del Cabildo en cuestión es, además, socio del Gobierno de Canarias y obliga a una consejera de su partido a hacerle un plan sólo a una isla. Ya saben que hablamos de la señora Montelongo y de los planes puedo prometer y Prometeo de lucha contra el paro. Tanto ha tensado la cuerda Soria que, además de poner en un brete a su socio de occidente, Adán Martín, terminará por perjudicar a Gran Canaria, ya verán. Porque el planteamiento es muy anticuado, como el hilo negro, y consiste en abrir una ventanillas y repartir 30 millones de euros con un tufillo clientelar que tira para atrás. Prometeo para hoy y más estómagos agradecidos para mañana. Luego volverá el paro y que arrée el que venga detrás.