Tenemos lo que tenemos, pero no hay que resignarse. Que una parte de la clase empresarial se comporte como lo hace alentada por una parte de dirigentes políticos que ha implantado una forma de ganar dinero poco decente, no significa que todo haya de ser así. Nos explicamos un poco mejor, a ver. Algunos clubes deportivos, entre ellos la UD Las Palmas y el CB Gran Canaria, las están pasando canutas por problemas económicos, que en el caso del primero, han derivado también en consecuencias deportivas. Mientras aquí nos tiramos de los pelos tratando de despejar la duda acerca de si son galgos o podencos, en ciudades como Lleida y Bilbao, sus respectivos alcaldes movilizan a los empresarios para que confluyan en un pool que afloje, en el caso catalán, hasta 600.000 euros que permitan a la ciudad mantener un equipo en la ACB. Es una idea, pero seguro que hay muchas más. A ver.