Antes era la Operación Plus Ultra, aquel genial invento del franquismo destinado a resaltar la capacidad heróica de los españoles, especialmente de los españoles menos pudientes, abnegados y entregados a los principios fundamentales del régimen. Éso, los ejercicios de cristiandad, los de Educación y Descanso y los bombachos de la Sección Femenina llenaban la vida del personal. Ahora, entre otros inventos, tenemos Operación Triunfo, un auténtico negocio montado alrededor de un programa de televisión de igual nombre que algún analista (más sesudo que nosotros) ha llegado a calificar de secta. Pero engancha, oiga, y engancha incluso a la clase política, que se pirra por una foto con los triunfitos a cambio de dedicar unas perritas del erario público a los teléfonos lucrativos. Melchior y Bermúdez recibieron este lunes a la familia de Idaira; pronto hará lo propio (intuimos) Soria con la de Sergio. Ya nos explicarán dónde está el interés general.