La decisión de Salvador Iglesias de renunciar a la carrera judicial, a la carrera consultiva y a la carrera política por pasar a la dirección de un grupo de empresas de la envergadura del Loro Parque es una gran noticia, especialmente para él y para esa sociedad mercantil. Iglesias tiene acreditadas cualidades de gran relaciones públicas y de buen organizador, lo que le hará desempeñarse de una manera muy eficiente. La empresa a la que acude, de la que también fue gerente otro conocido ex político de ATI, José Carlos Francisco, es una gran empresa que, entre otras actividades, tiene en el Loro Parque un referente nacional. Ojalá hubiera más parques en otras islas. Y más loros. De modo que se complementara la oferta turística con parques temáticos de esta categoría y se puedan seguir dando camas excepcionales sin presionar al presidente del Gobierno.