Ese catastrofismo, esa alarma pública es exactamente la que están esperando en muchos despachos europeos para recordar las cosas del REF que conviene recordar cuando Europa se enfrenta a un proceso de expansión en el que habrá menos que repartir para muchos más. Y en los muchos más incluyan ustedes las nuevas incorporaciones, con rentas inferiores, con más problemas económicos y sociales. Las cosas en Bruselas, y lo saben Tony Rivero y el señor Rubio de Urquía, se negocian con prudencia y discreción, sin montar pollos públicos que invitan a los demás pretendientes a sumarse al baile. Por lo tanto, mezclar Estatut con REF y con la escandalera política española es una insensatez.