Continúan los efectos colaterales de la gala de elección de la Reina del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, donde hay cosas que se consideran delitos de leso tinerfeñismo. El asunto ha dado la vuelta al mundo, incluido Rio de Janeiro, entre otras cosas gracias a la presencia de cien periodistas, cien, que acudieron a las fiestas invitados por el Cabildo de la isla. Para tales menesteres, la Corporación invirtió la cantidad de 270.000 euros, lo que significa que el traslado y el alojamiento de los que se han encargado de divulgar las bondades de la gala ha costado 2.700 euros por persona. No se imaginaba lo que iba a pasar el inigualable Bermúdez, consejero de Turismo, cuando dio a conocer este dato el día 13 y cuando resaltó que allí estaban como testigos periodistas españoles, británicos, alemanes, polacos y belgas.