Hasta Pepa Luzardo sorteaba con gracia a los funcionarios desafectos. Como hizo con los del Servicio Integral del Agua, aquellos sesudos servidores públicos que durante tres meses estudiaron concienzudamente todas las ofertas presentadas al concurso para la construcción de un módulo de desalación de aguas en el complejo de potabilizadoras de Piedrasanta. A Pepa, o a Soria, que ellos nunca lo llegaron a aclarar del todo, no gustó el resultado de ese picajoso informe, y para poder dárselo a Isolux, que era lo que querían hacer, llamaron a un funcionario del régimen, a la sazón jefe del servicio de recogida de basuras, y le pidieron que en ocho días corrigiera el trabajo de sus colegas y cambiara el resultado final. El resultado es que los módulos de desalación son una mierda y ya han ocasionado cuantiosas pérdidas a la ciudad. Pero lo importante es que el PP, que es a lo que íbamos, siempre se salía con las suyas, y se había que retorcerle el pescuezo a alguien, lo hacían de modo y manera que pareciera un accidente. Claudio guión y su padrino, el alcalde Juan José Cardona, no tienen ni paciencia ni flema para aguantar el tirón, y a la primera que se les rebela un funcionario, mira tú como se ponen. Lo malo es que el funcionario que les ha parado las patas no es el de basuras, sino nada menos que el interventor municipal, el llamado a velar por la rectitud de las decisiones municipales cuando de aflojar el dinero público se trata. Y por lo que dicen los informes del señor interventor, el rigor y la diligencia de buen padre de familia no parece que sea lo que está presidiendo las decisiones de contratación de este dúo, Claudio-Juanjo.