La verdad es que otra cosa no hará este hombre, pero currarse la foto lo hace a las mil maravillas. Una hora antes de que se celebrara la meteórica rueda de prensa en La Caja para contar cómo es de espectacular el castillo de fuegos artificiales de la operación pseudobancaria que ha de salvar a la UD mientras se hace la operación del Estadio Insular (uff!!), ya estaba José Miguel Suárez Gil dando guerra. Y no precisamente para poner dinero; y no precisamente para conseguir a alguien más que lo pusiera, ni para buscar entrenador, ni para rezarle al nuevo y flamante santo canario que dicen que ya tenemos. No. Suárez Gil apretaba que era un gusto para poder sentarse en la rueda de prensa y salir en la foto en calidad de representante de los empresarios. Los gráficos se descarajaban de risa porque se habían comido las negociaciones. Pero los gráficos de prensa son tipos generosos que ven y callan. Y se dejan llevar. Los plumillas no. Los plumillas tenemos más colmillo y cuando nos enteramos de estas machangadas vamos y las contamos. ¿De qué íbamos a vivir si no?