La señora madre del bombero aguantó lo que pudo, pero ya la sacó de sus casillas el elegante trato que Soria dispensó a la oposición y el modo en que se despachó el asunto de los bomberos, o sea, lo de su hijo. Este jueves tocaba fuga de Santa Ángela de Mérici (no era San Diego), lo que debe explicar la numerosa presencia de cachorros de Nuevas Generaciones, que leían el periódico cada vez que intervenía la oposición. Las cosas de Soria y la presencia de los futuros centristas-reformistas llevaron a la doña a acusar al presidente de “inhumano” y a los de NNGG, de estar allí de relleno, “para que los ciudadanos no podamos entrar en el pleno”. Desalojada correctamente por la seguridad, explicó después que a eso de las diez menos cuarto de la mañana una chica pasaba lista y repartía acreditaciones. Le preguntó de dónde venían, si de Sialsa o algo parecido, y la chica le prespondió que “venimos al pleno porque nos gusta”. Ea.