Pero hay más contrastes en estas cosas de las comidas navideñas que convoca el PP, comidas que en algunos casos se convierten en auténticos suplicios para los invitados, de ahí que en el fondo de nuestro corazón anide el agradecimiento hacia José Manuel Soria y sus mariachis. En el encuentro cabildicio con los medios hubo varias novedades destacables: en primer lugar, el sitio, que ya no es el Jardín Botánico Viera y Clavijo, propiedad de la Corporación, sino un restaurante; el segundo, que no va la oposición, que está condenada hasta que gane unas elecciones. La tercera novedad consistió en que, de repente, sin que se sirviera un café a los invitados, Soria y su equipo se levantaron y, ante la perplejidad de los invitados, todos contestaron casi al unísono: “es que nosotros trabajamos”. Ah, suponemos que los periodistas que acudieron al condumio viven de las rentas.