En Madrid estuvo Aurelio Abreu acompañando a los demás secretarios generales insulares del PSC de la mano de José Miguel Pérez, que quería que sus correligionarios de aquí escucharan en primera persona la determinación de la Ejecutiva Federal de celebrar todos los pactos posibles con Coalición Canaria y no dar ni un solo centímetro de ventaja al PP. Por parte de Ferraz estuvieron Gaspar Zarrías y Antonio Hernando, que este lunes estarán en Santa Cruz para participar en la reunión de la Ejecutiva Regional en la que habrán de volverse a tratar los pactos postelectorales. Abreu regresó a Tenerife con la consigna muy bien trabada, a pesar de ser uno de los más fervientes partidarios de aceptar las carantoñas del PP en la creencia de que es ahora el momento de arrinconar a CC pasando a la oposición regional. Y dos huevos duros. No hay que olvidar, llegados a este punto de la crónica, que Abreu preside una gestora socialista en Tenerife que es producto de un salpafuera montado por la Regional para separar la paja del trigo y dejar sin mando en plaza a la gente de Santiago Pérez, los más acérrimos partidarios de demonizar a CC hasta que el cuerpo aguante. De momento parecen tomar fuerza las tesis que sostienen que pactando con el PP ni se debilita a CC ni se debilita al PP, el próximo enemigo a batir. Sino que se debilita al PSOE que no está para muchos farolillos.