Podríamos describirles hasta el color del mantel de la mesa en torno a la cual han celebrado cada una de sus reuniones el alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, y el presidente regional del PP, su jefe, estrella y guía, José Manuel Soria. Un alcalde, el primero, que sigue sin ser expulsado ni expedientado del PP por pactar con tránsfuga, lo cual recordamos no con animus jeringandi, sino por recordarlo y tal. El caso es que, como les decíamos, se han visto mucho últimamente (tenemos contabilizados tres encuentros) para cerrar asuntos que, en ocasiones, han requerido el concurso de alguna autoridad de rango superior, tipo secretario de Estado de Costas. No sabemos el resultado de las gestiones, pero entendemos que tendrán que ver con el honorable cumplimiento de la palabra dada y lo que van a necesitar para carteles, cuñas de radio y páginas a color en la prensa para superar tanto piche y el irritante y machacón sonido de la corneta de Aznar.