Ya les hemos dicho aquí que en el caso Icfem ni son todos los que están ni están todos los que son. Pero una cosa es que falte gente y otra bien distinta es que se trate de imputar a todo el que ofreció cursos de formación bajo la modalidad investigada. Salvador García Carrillo y Javier Mayoral son dos de esos empresariso cuyos nombres han aparecido en medio de un reportaje sin que se sepa muy bien si el periodista se convirtió en fiscal o es que, como casi siempre, aplicó el manual del periodismo creativo. Ninguno de los dos tiene constancia de que se les vaya a llamar como testigos, y mucho menos como imputados. Pero, por si hubiera dudas, se ofrecen públicamente a colaborar con las investigaciones judiciales como aseguran haberlo hecho hasta la fecha. Es curioso que sean de los pocos empresarios que siempre se han dedicado a esto, con Icfem y sin él, con anomalías o sin ellas, y que sean de los pocos que salen mencionados. A ver si de lo que se trata es de tapar a los amiguetes... Auuuuh.