Caramba con la que se ha montado por un adverbio de nada. Dijo Zapatero en el debate del Estado de la Nación que el Estatuto de Autonomía de Canarias se aprobaría “previsiblemente” en esta legislatura. Y rápidamente se tiraron de los pelos, se revolcaron como posesos por los suelos, tiraron jarrones chinos, desvencijaron portarretratos, quemaron cartas de amor... los que defienden la reforma estatutaria en días alternos y los que un día lo calificaron de “Estatuto nacionalsocialista”, en desafortunada palabra que se tendrá que comer todos los días la que suena como futura consejera de Sanidad (Dios nos libre y guarde). Previsible es adjetivo que significa “que puede ser previsto o entra dentro de las previsiones normales”, en definición de la Real Academia, que no es sospechosa de ser del PSOE. Y la terminación “ente” se añade a los adjetivos para formar adverbios. El adjetivo “previsible” lo utilizó Rajoy también.