Les recomendamos que sigan con atención el culebrón que se ha montado en torno al incendio de la casona de Torres, 11, en Las Palmas de Gran Canaria, porque la cosa está que echa chispas. La alcaldesa, Pepa Luzardo, que se ha especializado últimamente en arrojar gasolina a los fuegos que le rodean (policías municipales, cárcel en La Isleta, operación istmo) se ha lanzado también a meter la pata con garbo en esta cuestión, y en un desayuno con una parte de la prensa elevó a solemnidad que la policía científica vaya a investigar las causas del siniestro. Nos alegramos, porque para eso está ese cuerpo. Pero, ¿no será más cierto, señora alcaldesa, que es el informe del Cuerpo de Bomberos el que recomienda de modo sistemático una investigación cuando desconoce las causas de un incendio? Por cierto, hablando de este informe, ¿cómo es posible que nadie en el Ayuntamiento haya querido entregarlo este martes a los propietarios del inmueble ni a la compañía Unelco, que anda con los pelos de punta ante lo que pudiera decirse en él? Ya tranquilizamos a la parroquia: los bomberos no saben con certeza qué pasó.