Ya es tarde para recular. Si alguno o alguna tiene elementos que poner en conocimiento de la Justicia, ya sabe que tiene abiertos los canales que prevé el Estado de Derecho para tales menesteres. Lo que no puede ser es aprovechar la ventolera (con perdón) para extender la duda sobre el personal político, tanto el que está siendo investigado (que merece la presunción de inocencia hasta el final) como el que está por investigar, que no es muy numeroso, pero sí muy llamativo. La prudencia procesal obliga incluso a los periodistas a guardar algunos aspectos de la información que manejan, pero sí estamos en disposición de contarles que a los ya investigados se les están revisando muchas actuaciones públicas que han tenido su correspondiente consecuencia en lo privado. Es decir, si junto al parque de San Juan de Telde aparece un piso que tiene que ver directa o indirectamente con María Antonia Torres, es normal que se investigue. Sobre todo si se enlaza con la empresa constructora.